Las primas por ganar también son delito

pagaron 650.000 euros a Antonio Amaya y Xavi Torres, por el arreglo de los dos últimos encuentros del conjunto andaluz en la Liga 2013-2014. Una sentencia histórica que castiga un amaño para que un equipo perdiera, pero que también zanja un histórico debate al considerar delito las «primas a terceros por ganar». Este premio era perseguido desde 2014 deportivamente, pero ningún juez lo había sancionado hasta ahora por la vía penal. Desde que accediera a la presidencia de la Liga, una de las grandes prioridades de Javier Tebas ha sido la lucha contra la adulteración de partidos y ayer se vio reforzado en la batalla por mantener la limpieza de las competiciones que comenzó hace años. A pesar de los indicios de amaños, otros juicios acabaron con sentencias absolutorias al no quedar probado que el dinero llegara a manos de los deportistas que presuntamente intervinieron en el arreglo de partidos. El caso más reciente, el del Levante-Zaragoza, correspondiente a la Liga 2010-11, en el que los 36 futbolistas que se sentaron en el banquillo fueron absueltos (diciembre de 2019) y solo hubo condena para dos directivos del club aragonés. La Liga destacó ayer en un comunicado que su actuación y la de la Fiscalía han llevado «a resolver el caso Osasuna en favor de la integridad de las competiciones», poniendo un especial acento en que la sentencia «resuelve de forma tajante que las denominadas como primas a terceros por ganar también son delito». «Esta sentencia nos esclarece las sombras que pudiesen tener las primas a terceros», insistió después el responsable de Integridad de LaLiga, Iñaki Arbea. (Así se fraguó el amaño con Amaya y Xavi Torres) Deportivamente, las dudas sobre la ilegalidad de las primas a terceros se zanjaron en 2014 después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) sancionara con un año si n jugar al Eskisehirspor turco por recibir dinero como premio por ganar un partido. El TAS dejó claro que los incentivos por ganar son sancionables puesto que benefician a los clubes con más recursos económicos. El año de la sanción al Eskisehirspor, el debate estaba abierto en España y Luis Rubiales, entonces presidente de la AFE y ahora máximo responsable de la Federación, contribuyó a aumentar la confusión al afirmar entonces que «no es lo mismo un amaño de partidos que dar un incentivo por ganar. Es algo opaco, por lo que hay que conseguir que sea algo transparente. Hay que sentarse». El debate jurídico sobre las primas a terceros seguía entreabierto en el fútbol español a pesar de la resolución del TAS y de que el delito de corrupción deportiva está tipificado en el artículo 286 bis del Código Penal con penas de prisión de seis meses a cuatro años, además de inhabilitaciones. En el apartado cuarto de ese artículo se recoge que son castigables «las conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva de especial relevancia económica o deportiva». Una redacción poco clara y a la que se intentaron agarrar los abogados de la defensa en el caso Osasuna argumentando durante el juicio que ese artículo habla de alteración «fraudulenta» de un resultado deportivo, pero «no puede ser fraudulento ganar», porque ése es el objetivo de todo equipo y «es el resultado deportivo natural». La Audiencia de Navarra, sin embargo, despeja las dudas al explicar en su sentencia que «el ofrecimiento de cantidades o beneficios a un club por ganar busca una ventaja propia, pero además produce una serie de efectos concatenados como son, entre otros, el perjuicio de otros equipos que dependen de esos resultados de terceros y los perjuicios económicos derivados de las apuestas o quinielas». «Los incentivos económicos por parte de un tercer club a otro para fomentar un resultado positivo influyen en la competición», se añade. Reas-Valladolid, nuevo caso El Valladolid, al que el Betis venció primado por Osasuna en aquel partido de 2014, estudia ahora solicitar «daños y perjuicios» a los nueve condenados por la Audiencia de Navarra. El pasado mes de marzo, la plantilla del Reus de la temporada 2016-2017 fue imputada por el juez del caso Oikos por el presunto cobro de una prima para que ganara al Valladolid en la recta final de la Liga de Segunda división y así se beneficiara al Huesca. Un caso similar al que ha provocado las condenas a los exjugadores del Betis. (La lista de presuntos amaños en el fútbol español).