Llegó la playa digital

cambio. Dos meses y medio donde las empresas, en el mejor de los casos, se han ido aclimatando a las nuevas reglas del juego, siendo obligados a tirar por la borda las previsiones económicas de los próximos años. Pero en medio de toda esta borrasca sanitaria, un proyecto de esos que ahora se denominan "startups" se ha convertido en un ejemplo de resiliencia, proactividad y profesionalidad. Digital Beach es una empresa emergente que ha torpedeado la línea de flotación de la formación en los deportes de agua y el mundo de la náutica. Hablar de Digital Beach, es hablar de Fernando y Luis, o Luis y Fernando ya que aquí no hay un "rockstars". Hay un equipo que se ha complementado de manera brillante para poner en el mercado una plataforma digital de formación para deportes de agua en pleno confinamiento. Fernando Labad es una de las referencias en la disciplina del paddle surf. Fundador de IOSUP, tiene en su haber el ser coronado como primer campeón de España de este deporte en el 2008, un deporte que ahora inunda las playas y las costas de medio mundo. O ser el primer español en hacer la prestigiosa Molokai 2 Oahu, participando en las ediciones del 2009 y 2010. En la actualidad es formador de formadores de Stand Up Paddle en España y emprendedor. Luis Ballesteros es ingeniero informático, y estuvo vinculado a proyectos de gran envergadura, llegando a trabajar para la NASA. Una situación que audita su nivel profesional pero que no llegó a cuadrar con su idea de vida, tomando la decisión de dar un golpe de timón a su trayectoria profesional, convirtiéndose en miembro del cuerpo de bomberos del parque de Tortosa, en la provincia de Tarragona. Siendo bombero, Luis empieza a tomar de nuevo las riendas de su tiempo, comenzando a dedicar muchos más momentos a su pasión por los deportes, como el ciclismo en el que estuvo federado gran parte de su vida. Su vinculación a los deportes de agua vino a través del kayak pero en 2010 dio sus primera paladas encima de una tabla de Stand Up Paddle terminando enganchándose hasta tantear cada una de sus modalidades. En esa exploración es cuando la vida de estos emprendedores, canario y madrileño, se cruzaron. Uno por su afán de adquirir más habilidades y conocimientos, y el otro siguiendo su ritmo habitual de formaciones en Stand Up Paddle. De una simple consulta de impresiones respecto a una idea preliminar de Luis llamada paddlesurf.club surgió la unión de talento. El proyecto, basado en un directorio de empresas y escuelas dedicadas al SUP, captó la atención de Fernando debido a la habilidad tecnológica que había detrás de la pagina web. Después de meses de sinergia, y debido al alza del wingsurf, una fusión entre el kitesurf y el windsurf, crearon la marca wingsurf.club, lanzándose a la producción de material en Filipinas, poniendo casi en paralelo un proyecto de formación debido a la necesidad esencial en un deporte que acababa de emerger. Clinics, campus y jornadas de puertas abiertas fueron los caballos de batalla desde finales del 2019 hasta el 14 de marzo de 2020, cuando se declara el confinamiento total en España. Todo el proyecto de formación presencial se desplomaba y la resiliencia cobró protagonismo. La experiencia formativa adquirida a través de IOSUP y una excelente programación web, conjugaron lo que fue el primer campus online de wingsurf que lanzaron al mercado en un tiempo récord y que atrajo la mirada de aficionados a los deportes de agua de una decena de países que ya estaban confinados... La buena acogida les anima a seguir creciendo, abriendo el campo de formación a otros deportes. Al wingsurf, primero se le une el paddle surf como camino de menos resistencia. En poco tiempo se incorporaron campus de socorrismo y de titulaciones nautico deportivas, que llegaron de la mano de otros profesionales que vieron la oportunidad de seguir ofreciendo sus servicios aunque sus alumnos no pudieran asistir presencialmente a sus clases. Todos esos campus existían de manera independiente, y llegó el momento de darles soporte bajo una sola marca que aunara toda la tecnología y los procesos, apareciendo Digital Beach. En las playas reales existen escuelas oficiales, otras escuelas... y clientes buscando la mejor relación calidad precio para aprender a hacer surf, kitesurf, wingsurf o paddle surf, entre otros deportes pero en esta playa digital se dieron cuenta que estaban solos. No había competencia y los clientes poco a poco iban llegando desde todos los rincones del planeta debido a que estaban encerrados en casa sin posibilidad de salir, como ellos. Digital Beach ha ocupado un sitio que nadie había ocupado hasta ahora, revolucionando la formación de los deportes de agua. Han generado un campus virtual genuino a nivel mundial que ha cambiado la forma de enseñar los deportes de agua, disminuyendo los costes y optimizando el tiempo de duración de los cursos. En tan sólo sesenta y cinco días que llevan online, ya están presentes en 27 países y cuentan con más de 700 clientes activos que se están formando en algunas de la disciplinas deportivas disponibles ahora. En la actualidad, Digital Beach se centra en sacar el primer curso de asistente de instructor de paddle surf. Un curso que antes del confinamiento tenía un formato presencial de teoría, test, prácticas y exámenes y que en estos momentos ya es 100% online. A parte están trabajando para ofrecer su propia aplicación móvil de para Android e IOS, incorporar nuevos cursos de formación de diferentes deportes de agua y seguir reglando sus cursos con más universidades. Digital Beach se centró en las personas, aprovechando la circunstancia de su confinamiento, ofreciendo lo que ya es la primera plataforma de e-learning dedicado al mundo de los deportes de agua tanto para profesionales como amateurs. Una granja de profesionales que seguro marcará un antes y después en el mundo de la formación náutica.