Argentina llegó a 30.000 muertos por coronavirus: qué provincias empujan más la mortalidad y por qué

Sociedad - RDN
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de bitácora. Si las cifras importan es porque dimensionan cuantitativamente la evolución del Covid-19. Y de los muchos cortes estadísticos, porcentajes y tasas que circulan a lo loco, son los fallecimientos los que categóricamente reflejan la pandemia. Ahora bien, ¿qué provincias son las más comprometidas detrás del “30.000” acumulado y por qué?

Un par de aclaraciones. Hace ya días estamos clavados en el puesto número 13° (de los peores) del ranking mundial de WorldMeters, que mide muertes por Covid por millón de habitantes. Cada día se notifican en el país 14.000 nuevos infectados (que, para tener una cifra "real", habría que multiplicar por 6) y entre 350 y 500 decesos. Sigue vigente la esperanza de bajar de ahí.

Lo cierto es que hay dos formas mirar el “30.000” acumulado desde marzo. La primera es analizar desde dónde es “alimentado”: claramente, desde las provincias y jurisdicciones con mayor densidad poblacional.

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Muertes por coronavirus en Argentina

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Fuente: Ministerio de Salud Infografía: Clarín

Es pura lógica. El 58% de las muertes fueron reportadas en la provincia de Buenos Aires y el 16%, en la ciudad de Buenos Aires. El cuarto restante le toca a Córdobay Santa Fe (casi 4% cada una), y siguen, de mayor a menor, Jujuy, Mendoza y Salta, cada una con menos del 3%. La lista sigue y termina en Formosa, que solo tuvo una muerte por Covid-19.

Sin embargo, en el último trimestre hubo variaciones,en sintonía con la nacionalización de la pandemia, que ya desde septiembre aflojó en el AMBA y se fue corriendo al interior del país. Así, mientras en agosto el segundo lugar con más decesos lo ocupaba CABA, en septiembre y lo que va de octubre Santa Fe y Córdoba se alternaron ese puesto, desplazando a la Ciudad al cuarto de la lista.

Un experto realiza un hisopado a un caso sospechoso de coronavirus en Rosario, Santa Fe. Foto Juan José García

Un experto realiza un hisopado a un caso sospechoso de coronavirus en Rosario, Santa Fe. Foto Juan José García

La otra perspectiva enriquece aun más el análisis, en especial, pensando en un rebrote y en las estrategias que deberían adoptarse para frenar los contagios: consiste en evaluar qué provincias están teniendo más muertos tomando como el "todo" a un número limitado de habitantes. La lista, de ese modo, cambia notablemente.

Tierra del fuego, al frente

Para sortear las posibles demoras en las cargas de datos y altibajos coyunturales, tomaremos datos oficiales al 22 de octubre, que a su vez reflejan el promedio de los siete días anteriores.

El promedio nacional, entonces, era de 0,51 muertes por cada 100.000 habitantes. A quienes se pregunten por qué no informar el más clarificador “51 fallecidos por millón de habitantes”, ocurre que no todas las provincias tienen, justamente, un millón de habitantes...

Personas con síntomas de Covid-19 esperaban el resultado de sus hisopados, en el operativo Detectar, en un playón de la cancha de San Lorenzo. Foto Fernando de la Orden

Personas con síntomas de Covid-19 esperaban el resultado de sus hisopados, en el operativo Detectar, en un playón de la cancha de San Lorenzo. Foto Fernando de la Orden

En esta otra lista, la primera jurisdicción, la que tiene más muertes, no es la provincia de Buenos Aires (0,50), ni tampoco CABA (0,43), ni el propio AMBA (0,40). Es Tierra del Fuego. Con 1,98 fallecimientos por cada 100.000 personas, la provincia arrancó en octubre una dramática pendiente en alza de casos letales, que encima no parece estar cediendo.

Le sigue Neuquén, con 1,42, cifra “estabilizada” desde hace unos días, tras el alza que se inició a fines de septiembre. Luego está Tucumán, con 1,10 fallecimientos cada 100.000 personas, aparentemente descendiendo de lo que hacia el 20 de octubre parecía ser un momento especialmente complicado.

Las provincias con muertes cada 100.000 habitantes por arriba del promedio nacional continúan con Río Negro (0,96), La Rioja (0,87), Chubut (0,76), Córdoba (0,71), Santa Cruz (0,63) y Santa Fe (0,61).

Médicos del hospital Evita de Lanús, en junio pasado. Foto Guillermo Rodríguez Adami

Médicos del hospital Evita de Lanús, en junio pasado. Foto Guillermo Rodríguez Adami

Ahora bien, ¿cómo es que, tomando dos ciudades con el mismo número de habitantes, existen diferencias tan grandes en el número de muertos? Por un lado, la población en cuestión podría tener una edad promedio mayor. Pero, además, un sistema de salud más endeble. 

Hiper-tensión

El reporte matutino del Ministerio de Salud de la Nación de este miércoles señaló, justamente, esa última cuestión. Mientras el promedio nacional de ocupación de camas de terapia intensiva (por Covid y no Covid) supera el 63%, hay varias provincias con sus sistemas de salud especialmente “tensionados”, tomando un eufemismo que suele escucharse.

Neuquén, por ejemplo, posee una ocupación de camas del 93%; Río Negro, del 91%; Tucumán, del 84%, por mencionar algunas.

La situación de la pandemia nacional vino generando tanta preocupación en las últimas semanas, que este miércoles, Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, buscó aportar alguna tranquilidad al explicar que “Salta y Jujuy iniciaron un descenso en el número de casos”, y que, igualmente, “en las provincias que habían tenido un aumento se está viendo una desaceleración”. Pero, matizó, la “estabilidad es alta, por lo que hay trabajar fuertemente para ver el descenso”.

Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, dijo que es necesario trabajar en el descenso de los niveles de ocupación de las terapias intensivas en el interior. Foto Marcelo Carroll

Carla Vizzotti, secretaria de Acceso a la Salud, dijo que es necesario trabajar en el descenso de los niveles de ocupación de las terapias intensivas en el interior. Foto Marcelo Carroll

Consultado por este escenario complejo, el reconocido médico infectólogo Daniel Stamboulian reiteró varias veces en la charla con Clarín la necesidad de concientizar a la población respecto del lavado de manos, el uso de barbijo y mantener el distanciamiento social.

Además, apuntó: “En las provincias donde está habiendo más muertes tal vez no se aplican o no se controlan del todo las recomendaciones de las autoridades de Salud. De todos modos, la mortalidad también habla de las posibilidades de cada lugar de hacer un manejo adecuado en la atención a los pacientes graves, de modo de evitar los casos letales”.

Caso testigo

Damián Zopatti es médico clínico y director de Estadísticas del Hospital de Clínicas. En materia de coronavirus, el hospital puede funcionar como “caso testigo”. Es que, por incómodo que sea, muchos intentan dimensionar la magnitud del número "30.000".

“Son muchas muertes, sin dudas. El virus circula y la cuarentena se cumplió hasta ahí. Yo veo como súper positivo que la ocupación en nuestro hospital fue alta, pero no colapsó. Había que esperar una cama, tal vez, pero internamos a cada paciente que tuvimos que internar”, aseguró, pero también advirtió: “El tema es qué va a pasar”.

Un paciente recuperado de Covid-19 donaba plasma voluntariamente en el Hospital de Clínicas. Foto Xinhua

Un paciente recuperado de Covid-19 donaba plasma voluntariamente en el Hospital de Clínicas. Foto Xinhua

Porque si bien explicó que, “en muertes totales, posiblemente este año el Clínicas registre la misma cantidad que otros años, ya que las afecciones con mayor mortalidad fueron de algún modo 'reemplazadas' por casos de coronavirus”, Zopatti aclaró que “hoy, cualquier mirada es parcial”.

Ocurre que los “30.000” son una fotografía, mientras que el coronavirus es una larga y tediosa película. Según Zopatti, “aquella persona con enfermedad oncológica, cáncer, digamos, que no pudo o tuvo miedo de hacer los tratamientos usuales, seguramente esté en una peor situación de salud. Las muertes por esas enfermedades, agravadas por este contexto, todavía no ocurrieron y no están contabilizadas”.

Hablando de fallecimientos, Eleonora Cunto, jefa de Terapia Intensiva del Hospital Muñiz, vino estando, en cuerpo y mente, comprometida de lleno para contrarrestar la pandemia. En unos minutos libres compartió este mensaje: “Es muy difícil hablar de muertos como si fueran números. Detrás están las familias, que los lloran y extrañan. Pienso en los que se fueron y siento mucha pena. No existen reflexiones o discursos que puedan aplacar estas ausencias”.

DD