La Superliga hace temblar el fútbol europeo

cuenta una Superliga europea si el organismo no se comprometía a aumentar los ingresos económicos por participar en la Liga de Campeones. Y eso hacía la UEFA, negociación tras negociación, frenando en seco una idea que le repercutiría muy negativamente. Así fue también en la última ocasión en la que la ECA -Asociación de Clubes Europeos- y la UEFA se sentaron a negociar, en la primavera-verano del pasado año, para darle un nuevo impulso a la Champions desde 2024. Entonces, el ruido de la Superliga volvió a coger fuerza y fue el propio Ceferin el que propuso a los clubes hacer una Champions en formato Superliga con el objetivo de contentar los deseos de los peces gordos. Pero entonces, llegó la pandemia y todo se vino abajo. La ruina que está provocando el coronavirus en los grandes clubes de Europa ha sido el trampolín definitivo para ejecutar por fin la Superliga europea que tanto tiempo llevan deseando. Sky News encendió la mecha el pasado 20 de octubre y Bartomeu, el ya expresidente del Barcelona, soltó la bomba en su comparecencia de dimisión: «Puedo anunciar que ayer aprobamos los requerimientos para formar parte de una Superliga Europea». Barcelona, Real Madrid y Atlético serían los tres equipos españoles que participarían en este torneo que ya no tiene marcha atrás: «Se le acabó el chollo a LaLiga. Se le acabó tomar el pelo y exprimir a los grandes por cuatro perras. No tiene ningún sentido lo que lleva sucediendo desde hace ya demasiado tiempo. Es un cambio necesario para la supervivencia de la industria del fútbol. Eso o nos hundimos en la mediocridad absoluta», explican a ABC desde uno de los clubes nacionales inmersos en esta nueva Superliga, que además avanza a este periódico que en un espacio breve de tiempo se conocerán todos los detalles. Septiembre de 2022 Algunos ya se empiezan a conocer. El modelo sería muy similar a la Euroliga de baloncesto que se juega desde hace tres temporadas. Un torneo cerrado a 16 o 18 equipos con un playoff final en una sede única. Se baraja la denominación de European Premier League, septiembre de 2022 como fecha de inicio y detrás estaría el potente banco norteamericano JP Morgan, que inyectaría 5.000 millones de euros permitiendo que los clubes pudieran multiplicar por tres sus ingresos actuales por jugar la Champions. La idea sería del agrado de la FIFA, que lo vería como una competición complementaria a su Mundial de Clubes, cuya primera edición está planificada el curso 2022-23, pero genera el rechazo absoluto de la UEFA, que ve peligrar su gallina de los huevos de oro, que es la Champions: «Los principios de solidaridad, de promoción, descenso y las ligas abiertas no son negociables. Es lo que hace que el fútbol europeo funcione y que la Liga de Campeones sea la mejor competición del mundo», declaró ayer Ceferin a la vez que tendía la mano: «Desde la UEFA y los clubes nos comprometemos a construir sobre esa fuerza y no destruirla para crear una Superliga de 10, 12 o 24 clubes, que sería inevitablemente aburrida». Pero la Champions no sería la única damnificada. Fuentes de LaLiga creen que una Superliga sería la muerte del campeonato nacional y la inviabilidad para un buen número de clubes profesionales. «Vamos a pedir explicaciones a LaLiga porque este asunto es muy serio», reflexionaban a ABC dos entidades de Primera. La Superliga de fútbol ha pasado de idea de «barra de bar a las cinco de la mañana», como siempre ha sugerido Javier Tebas, a una amenaza real por ser «el viejo sueño de Florentino Pérez que tendrá graves consecuencias financieras», como aseguró ayer el presidente de la Patronal. El fútbol se dirige a toda velocidad a una revolución que podría cambiar el concepto del deporte rey de arriba a abajo.