Koeman paga la falta de planificación

la formuló en 1949. Entonces no podía saber los problemas defensivos que tendía el Barcelona pero era algo que todos los seguidores azulgrana intuían y temían a partes iguales cuando se cerró el mercado estival y comprobaron que solo había tres centrales del primer equipo para afrontar una cargada temporada con Liga, Copa y Champions. Gerard Piqué, Clément Lenglet y Samuel Umtiti. Los dos primeros son los titulares indiscutibles, entre otras cosas porque nadie las hace competencia, y el tercera no está ni se le espera. Sus problemas de rodilla abortaron incluso su salida este pasado verano y desde la planta noble se filtró que el francés «ni siquiera pasaría una revisión médica». Aún no ha debutado. Todo ello obligó a Koeman a subir al primer equipo a Ronald Araújo, un central que ha demostrado rendir a buen nivel pero al que aún no le correspondía asumir el nivel de responsabilidad que se le está exigiendo. Fue el resultado de un cúmulo de desbarajustes. Por un lado un se fichó al central que Koeman reclamaba para reforzar a su plantilla en el puesto más débil. Los graves problemas económicos que atraviesa el club imposibilitaron la llegada de Éric García, que era el escogido. Por otro lado, la dirección deportiva decidió ceder a Todibo al Sporting de Lisboa a cambio de dos millones de euros y la ficha del futbolista. Así llega el Barcelona a la Liga y a la Champions, cogiendo con pinzas su defensa y sin relevos de garantías que faciliten rotaciones, descansos o imprevistos. Ante la Juventus se pudo comprobar el grave riesgo que corre el equipo. La roja que vio Gerard Piqué ante el Ferencvaros le impedía viajar a Turín. Lenglet y Araújo formarían el eje de la zaga. Hasta aquí ningún problema, salvo que en el banquillo no había ningún relevo. Cualquier contratiempo podría suponer un dolor de cabeza para Koeman, que no tenia mas centrales. Y el bueno de Murphy demostró de nuevo la certeza de su teoría. Primero, un pisotón a Lenglet sobresaltó al barcelonismo, aunque el francés se rehizo. Pero Araújo no tuvo tanta suerte en un choque durante los últimos minutos de la primera parte. De hecho, unas molestias en el muslo de la pierna derecha le impidieron salir tras el descanso. Este jueves le realizarán pruebas para determinar el alcance real de la lesión. Koeman se vio obligado a agitar el equipo y recomponerlo. Dio entrada a Busquets pero le colocó en el pivote, retrasando a Frenkie de Jong junto a Lenglet. El creativo holandés se vio relegado a tareas defensivas ante un potente equipo en ataque, con llegadas peligrosas de Álvaro Morata (le anularon tres goles por fuera de juego) y Dybala. Y no es la primera vez que le sucede ni que Koeman se ve en una tesitura similar. La roja que Lenglet vio ante el Celta le impidió jugar ante el Sevilla. Jugaron Piqué y Araújo pero en esta ocasión ninguno de los dos sufrió ningún contratiempo durante el partido ante los hispalenses. Sufrirá el Barcelona esta temporada salvo que se refuerce durante el mercado invernal. De entrada habrá que ver cuántos partidos se pierde Araújo. El sábado el Barça viaja a Vitoria y la próxima semana recibe al Dinamo de Kiev y al Betis. Son los tres partidos que quedan antes del próximo parón por compromisos de selecciones nacionales. Koeman deberá echar mano de lo filial en partidos puntuales de Liga. «Desde principio de temporada hemos intentado fichar un central, Hay que buscar otras posibilidades. De Jong ha jugado otras veces como central en Holanda. Si nos falta alguien sabemos que Frenkie puede jugar en esta posición», apuntó Koeman sin querer polemizar.