Triple crimen narco en Varela: Milagros, la víctima inocente de un infierno de 130 disparos que el barrio se veía venir

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Milagros tenía 18 años, iba a la escuela y casi todo lo que hacía iba a sus redes sociales, en fotos o historias. Fanática de Boca, este miércoles por la tarde noche

estaba en su casa de Florencio Varela cuando se desató la balacera.

Contabilizaron más de 130 disparos en un cruce que empezó alrededor de las 19.45 y duró apenas minutos. El "puente amarillo" fue el escenario en el que se desató un enfrentamiento que -reconocen los vecinos- se veía venir.

En el barrio San Rudecindo hacen referencia a dos bandas, que coparon el puente con el que cruzan el arroyo "Las Conchitas", donde desemboca la calle Ciudadela. Los consumidores hacían fila para comprar paco, cocaína o marihuana, pero les advirtieron que se fueran antes que empezara el tiroteo.

"A mí me arrebataron todo, me mataron. Me arrancaron un pedazo de mi vida", lamentó Carlos Saavedra, el papá de Milagros.

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Su hija estaba con Roxana, su mamá, sentada a la mesa, mirando el celular. Cuando empezaron los disparos todos gritaron y la familia se tiró al suelo. A esa altura Milagros Paola Saavedra, la cuarta de cinco hermanas, ya a tenía un disparo en el omóplato izquierdo. Murió antes de llegar al hospital Mi Pueblo.

Berni fue hasta el barrio y se reunió con los vecinos. Intervención de la comisaría y promesa de mayor seguridad. Foto: Maxi Failla

Berni fue hasta el barrio y se reunió con los vecinos. Intervención de la comisaría y promesa de mayor seguridad. Foto: Maxi Failla

"Que descanses en paz hermana. Cómo te arrebataron la vida, un hijo de puta. Yo voy a ser justicia por vos hermana, te amo mucho. Te voy a extrañar siempre, Mili. Siempre presente hermana, te amo. Eso' paisa hdpt van a pagar todo", posteó Carlos (20), el hermano de Milagros en sus redes sociales.

"Miedo no tengo, qué voy a tener miedo si me arrancaron un pedazo de mi corazón. Si me tengo que comprar un arma y hacer justicia por mano propia, lo voy a hacer. Mi hija iba al colegio, no salía a ningún lado. ¿Qué voy a esperar?, ¿qué vengan a matar a otro de mis hijos?", se preguntó Saavedra.

Los vecinos denunciaron que la compraventa de droga ocurre a la vista de todos y bajo la complicidad policial. "El comisario se lleva 100 mil pesos por mes para dejarlos ahí. El otro día hicieron un allanamiento y ¿sabés qué se llevaron? Las bicicletas de los que venían a comprar. Después vimos a los policías andando", se quejaron algunos vecinos, que no dieron sus nombres.

Las denuncias calaron profundo en La Plata y el ministro de Seguridad Sergio Berni se acercó al barrio con la intención de calmar la furia de los vecinos. La primera medida fue anunciar la intervención de la Comisaría 4°, de Bosques.

"No vengo a deslindar responsabilidades, sino a asumir una responsabilidad más de las que tenemos, que es velar por nuestros bonaerenses. El día 28 de julio, hace menos de un mes, pedimos la detención de uno de aquellos que está sindicado como los autores de esto. El juez todavía no nos dio los allanamientos", dijo el ministro, ante el reclamo de los vecinos en el lugar.

El "puente amarillo", donde se dio el tiroteo entre bandas narco en Florencio Varela. Foto: Maxi Faill

El "puente amarillo", donde se dio el tiroteo entre bandas narco en Florencio Varela. Foto: Maxi Faill

Al mismo tiempo, confirmó la intervención de la seccional para investigar las denuncias de complicidad con las bandas de narco. Y, en una reunión con los vecinos, anunció que "pondrá en funcionamiento un grupo especial en el barrio para garantizar la seguridad". 

Leonel tiene 12 años y vive apenas a unos metros de la casa a la que los Saavedra se mudaron hace poco tiempo. También estaba adentro de su casa, con su familia, cuando lo alcanzó un disparo.

Entre denuncias cruzadas, otros vecinos señalaron al papá de este nene como uno de los "soldaditos" de una de las bandas que participaron del tiroteo pero que aclararon que no estuvo involucrado en esta disputa por el territorio para la comercialización de drogas.

Leopoldo, el papá de Leonel, dijo a Clarín: "Mi hijo está evolucionando bien, se está recuperando bien. Tiene el tiro en hombro izquierdo, es todo una locura. Gracias a Dios está bien mi hijo, lo están atendiendo bien en el hospital. Estoy pensando en mi hijo, me importa mi hijo, no me importa más nada".

De los 130 disparos que contabilizaron, los policías secuestraron 54 vainas de armas de distintos calibres.

Guillermo Aguirre (25) fue otra de las víctimas pero él estaba precisamente en el puente amarillo comprando drogas cuando lo alcanzaron los disparos.  Los testigos denunciaron que no llegó a correr cuando empezó el enfrentamiento: "Apurate que ahí vienen", llegaron a advertirle, pero ya fue tarde.

Otros dos consumidores terminaron muertos al quedar en medio del enfrentamiento. Matías Maximiliano Da Rosa (32), que tenía unos 20 envoltorios negros con paco. Igual que una víctima de 30 años que por el momento no pudo ser identificado. Llevaba la droga en las manos o alguien lo revisó antes de que llegara la policía: la droga estaba tirada debajo del cuerpo. 

La investigación quedó en manos de la fiscal Vanesa Maiola, de la UFI N°6 de Florencio Varela. Ordenó las pericias balísticas y la recolección de pruebas en la escena del crimen.La causa quedó caratulada como "triple homicidio" y "doble homicidio en grado de tentativa".

Los testigos identificaron a dos personas como los líderes de las bandas, apodados "Yaka" y "Tadeo". Se cree que por la dimensión del tiroteo tuvieron que haber participado más personas.

Por los pocos minutos que duró el tiroteo y la cantidad de disparos, se presume que podría haber al menos una decena de involucrados.

GL