Se cruzó en una verdulería con el policía que lo dejó cuadripléjico y denuncia que violó una restricción

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Lucas Cabello (26) había salido a comprar zapatillas para su hija cuando lo reconoció comprando en un negocio de su barrio. El joven quedó cuadripléjico luego de haber sido

baleado, en 2015, por un agente de la ex Policía Metropolitana (ahora de la Ciudad).

Se trata de Ricardo Ayala (28), que fue condenado a 16 años de prisión por tentativa de homicidio por ese hecho. Sin embargo, está libre y a la espera de que el fallo quede firme. Tiene una restricción de acercamiento que -denuncia el propio Cabello- habría incumplido.

Lucas se lo encontró a Ayala en una verdulería de su barrio y, en un video de 4 minutos, denunció la situación que vivió al encontrárselo cerca de su casa.

"Volvíamos por Patricios, estábamos llegando a la calle Tomás Liberti, que queda muy cerca de mi casa y bueno, adivinen a quién me crucé. Me crucé a Ricardo Ayala, el policía que intentó matarme en el año 2015, que todavía sigue libre y anda caminando a tres o cuatro cuadras de mi casa", relató Lucas.

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Lucas Cabello celebra el fallo contra el policía que lo dejó parapléjico. Foto: Matías Pellón/ Ministerio Público Fiscal/www.fiscales.gob.ar

Lucas Cabello celebra el fallo contra el policía que lo dejó parapléjico. Foto: Matías Pellón/ Ministerio Público Fiscal/www.fiscales.gob.ar

Cabello y su mamá empezaron a filmarlo para dejar constancia del incumplimiento pero advirtieron que él "se quedó en la verdulería haciéndose el boludo, como que compraba algo, nunca pidió nada".

Pocos minutos después, Lucas decidió irse: "Me tuve que ir del lugar, asustado, porque estaba con mi hija primero, no le quería hacer pasar un momento ingrato a ella, que es chiquita, y con mi mamá, que tampoco podíamos hacer mucho".

Los jueces Adrián Pérez Lance, Fernando Ramírez y Luis Salas, del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 decidieron, por unanimidad, condenar a Ayala en diciembre de 2019. Sin embargo, llegó a juicio en libertad y -a pesar de ser declarado culpable- regresó a su casa, al menos hasta que la condena quede firme.

Desde hace un año y ocho meses la Cámara de Casación debe resolver las apelaciones y terminar de confirmar la sentencia para que, finalmente, Ayala vaya a la cárcel.

Lucas Cabello llora, tras escuchar el fallo contra el policía que lo dejó parapléjico. Foto: Matías Pellón/ Ministerio Público Fiscal/www.fiscales.gob.ar

Lucas Cabello llora, tras escuchar el fallo contra el policía que lo dejó parapléjico. Foto: Matías Pellón/ Ministerio Público Fiscal/www.fiscales.gob.ar

Ayala debe presentarse todos los meses a firmar y estar a disposición de la Justicia. Tiene prohibido salir del país, portar armas y acercarse a menos de 500 metros de Cabello. El punto es que el ex policía tiene domicilio registrado en Florencio Varela, por lo que no tenía motivos para estar en La Boca.

"Hoy no la mandé a mi hija al colegio porque tengo miedo y no puedo creer como una persona, a la que le dieron 16 años de prisión, esté caminando lo más pancho por las calles de mi barrio. Estoy sin palabras y tengo el alma paralizada", agregó Cabello, y cerró el video diciendo: "Yo voy a hacer todo lo posible legalmente para que esta persona vaya presa".

El Colectivo Justicia por Lucas Cabello, conformado por seis abogados querellantes, sacó un comunicado para repudiar el accionar de Ayala, exigió "medidas que garanticen la seguridad física de Lucas y su familia".

El ex policía Ayala, durante la lectura del fallo que lo condenó a 16 años. Foto: Luciano Thieberger.

El ex policía Ayala, durante la lectura del fallo que lo condenó a 16 años. Foto: Luciano Thieberger.

El caso

Todo ocurrió el 9 de noviembre de 2015 cuando Ayala cumplía funciones custodiando a una persona en un conventillo de La Boca, ubicado en la calle Martín Rodríguez al 500. Allí mismo vivía Cabello, con su pareja y su hija.

Según quedó probado en el juicio, el día del hecho, Lucas regresaba de comprar cuando se cruzó con Ayala. "¿Qué mirás?", lo increpó el agente de la Metropolitana y eso provocó una breve discusión. Cabello le respondió que fuera "a custodiar un banco" y Ayala respondió a los tiros.

El primer disparo dañó la médula ósea de Lucas, a la altura de la cuarta y quinta vértebra, y lo dejó con secuelas permanentes que lo obligan a moverse en silla de ruedas y con asistencia.

Ayala estuvo detenido con prisión preventiva pero llegó en libertad al juicio, en diciembre de 2019.

GL