Siempre activo en las redes sociales, Robert Smith escribió en la noche del miércoles un tweet donde reiteró su intención de tocar con The Cure en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Colombia, Perú,
El texto dice: "2023 en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú, Uruguay... pero cerrar los contratos está llevando un poco más de lo que pensé que iba a tardar... Daré más detalles cuando existan... Seguimos adelante, X".
Las fechas de la gira
Por ahora, los shows confirmados son en ciudades de Estados Unidos, arrancando el 10 de mayo en Nueva Orleans y culminando el 1° de julio en Miami.
En el medio tocarán en Houston, Dallas, Austin, Alburquerque, Phoenix, San Diego, Los Angeles, San Francisco, Portland, Seattle, Salt Lake City, Denver, Minneapolis-St. Paul, Chicago, Cleveland, Detroit, Boston, Nueva York, Philadelphia, Columbia, Atlanta y Tampa.
Además, en ese período habrá recitales en Canadá: Vancouver, Montreal y Toronto.
Sería lógico suponer que luego la banda se tomará un breve descanso y podría salir a las rutas en septiembre.
La polémica en redes
Ante el anuncio de la nueva gira de la banda, Shows of a Lost World (Muestras de un mundo perdido), que comenzará en mayo por los Estados Unidos, los seguidores de The Cure se abalanzaron sobre los puestos de venta digitales de Ticketmaster y se encontraron con varias noticias desagradables.
Una de ellas tiene que ver con los precios de los tickets, que para Robert Smith son justos, y la segunda, la más grave, está vinculada a los “cargos” que la empresa expendedora de boletos deposita sobre los bolsillos de los compradores.
Esos cargos extras, que en la Argentina se conocen como "service charge”, encarecen notablemente el acceso a cualquier show y en el caso de The Cure se han multiplicado descaradamente.
Robert Smith en persona, y con Twitter como arma, tomó cartas en el asunto. De paso. hizo un anuncio como al descuido de una gira por “México y siete de los doce estados soberanos de Sudamérica”. Esto encendió la ilusión de sus fans argentinos.
Retornando al frente de batalla, Smith señaló que el precio de las entradas se consensúa con el artista (o mejor dicho, su management), pero que el tema de los cargos lo excede y no puede hacer absolutamente nada, ya que es potestad de la expendedora de entradas, Ticketmaster en este caso.
Y como no podía hacer nada, descargó su furia en Twitter explicando que lo enfermaba el enterarse de los cargos adicionales aplicados por Ticketmaster. En la empresa adujeron que lo hacían para evitar la reventa, pero sólo conseguía aumentar tanto el precio de la entrada que los cargos superaban el valor de la misma.
MFB
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