Entrevista exclusiva: la directora de educación de Malvinas cuenta qué les enseñan a los chicos kelpers de la guerra del 82

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Costó que Sarah Stannard, la actual directora de educación de las Malvinas, accediera a hablar con un medio argentino. Tras largos meses de gestión, finalmente se sentó detrás de la computadora y

-vía Zoom- se dispuso a contestar todas las preguntas.

Stannard tiene 57 años, es soltera, y asumió el cargo en septiembre del año pasado. Es inglesa y viene de dirigir una escuela en la ciudad de Southampton (al sur de Inglaterra), a donde suelen ir muchos estudiantes kelpers a los 16 años cuando terminan la secundaria en las islas. Graduada en historia y administración de empresas, antes de dirigir aquella escuela inglesa, ocupó diferentes cargos directivos en grandes empresas.

Stannard cuenta que en Malvinas hay solo una escuela primaria y una secundaria, con 550 alumnos en total, que siguen, en forma estricta, el sistema inglés de educación. A la primaria van alumnos de 5 a 11 años, y a la secundaria de 12 a 16. Después, si quieren seguir estudiando, el gobierno kelper les financia estudios superiores. La mayoría elige Inglaterra o Alemania.

El frente de una escuelas en las islas Malvinas.
El frente de una escuelas en las islas Malvinas.

En las escuelas de las islas, los alumnos no aprenden en ninguna materia la historia latinoamericana, de la región. Tienen historia europea y de Asia. Stannard comenta que eso lo podrían llegar a revisar, aunque dice que “más adelante, todavía no es un plan”.

También afirma que los estudiantes kelpers “podrían encontrarse con los argentinos, pero si antes aceptan nuestro punto de vista”. Y dice que los ellos nunca seguirán los estudios universitarios en la Argentina, “porque tienen otro sistema educativo”.

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Consultada sobre cómo ve el nivel de la educación argentina dice que “no conoce”. Con respecto al hecho de que la Unión Europea haya llamado con el nombre “Malvinas” a las islas, Stannard dijo que cree que “no han pensado mucho en lo que estaban haciendo”.

Alumnos en una aula de una escuelas en las islas Malvinas.
Alumnos en una aula de una escuelas en las islas Malvinas.

- ¿Cambio algo de la educación en las islas con la guerra?

- Sé cómo está ahora, pero no cómo estaba antes. Después de la guerra sí aumentaron la inversión e hicieron una nueva escuela secundaria, más moderna y de mejor en calidad.

- ¿Qué les enseñan a los alumnos sobre la guerra del 82?

- La guerra está en la realidad de los niños cada día. Cuando salen al campo hay monumentos de las batallas, hay cruces de los fallecidos, hay eventos de memoria. Entonces, sí se les enseña en el colegio, pero es parte de su vida. Es como los que viven en Bélgica: viven con las memorias de la Primera Guerra Mundial, porque está en todos lados. Pero enseñamos sobre la guerra en la educación formal también. En la primaria aprenden el sistema de cultura antigua y temas como los gauchos que han venido desde Uruguay en el siglo XIX. En la secundaria, cuando tienen 14 años, hacen un semestre sobre la historia de las islas, y en ese momento piensan en la guerra. Hacen dos cosas. Hacen un proyecto en el que los alumnos eligen un tema para estudiar, buscar los materiales, hablar con personas de la historia de las islas. Puede ser una historia familiar, o algo social que ellos quieran explorar. Escriben su proyecto y los ensayos de los niños son publicados en un jounal online cada año. Pero también aprenden los eventos de la guerra, los de antes, durante y un poco después de la guerra. También les enseñamos cómo la historia les permite entender el mundo en el que viven.

- ¿Qué les explican sobre la Argentina y el reclamo actual, en democracia?

- Enseñamos sobre la democracia. Es un tema muy importante para enseñar en los colegios, para desarrollar buenos ciudadanos en el futuro.

- ¿Les interesaría conectar de manera virtual a sus alumnos con los argentinos?

- Nuestro problema más grande es la conexión, no es muy buena. Es mejor que antes, pero todavía no es estable. De todos modos, los profesores y directores de las escuelas van a una conferencia de un grupo de colegios ingleses en Latinoamérica. La mayoría son colegios privados. Fuimos antes de la pandemia y ahora vamos a ir otra vez. En estas conferencias hacemos conexiones con colegios y hay mucho interés en tener conexión con nosotros.

Alumnos de una escuela en las islas Malvinas.
Alumnos de una escuela en las islas Malvinas.

- ¿Cómo está el nivel educativo de los alumnos?

- En nuestro sistema hay exámenes públicos a los 16 años, cuando terminan. No es una comparación fácil de hacer con otros sistemas, es algo del Reino Unido.

- ¿Cómo ve el nivel de la educación en la Argentina?

- No se mucho de esto. No es algo que tengo conocimiento.

- ¿Aprenden español los estudiantes?

- Sí, desde la primaria. Algunos saben español como primera lengua, por su familia. Pero todos aprenden en la escuela, desde la primaria. Es algo que tomamos en serio.

- ¿Los docentes de español de dónde vienen?

- La mayoría de Chile, algunos de Perú. La comunidad chilena es la más grande acá en las islas.

- ¿Enseñan historia latinoamericana, de la región?

- No. Es como algo a pensar, pero creo que tenemos que pensar mucho qué parte enseñaremos, porque la historia es grande. Siempre estás eligiendo qué parte estudias.

- Pero las Malvinas están dentro de la región…

- Tienes razón, pero el punto es que cada país en Sudamérica tiene su propio currículum y debemos decidir qué parte enseñamos, qué queremos dar. Entonces, por ahora es una idea, no es algo que vayamos a hacer pronto. No tenemos planes, es para el futuro.

- La Unión Europea acaba de nombrar como "Malvinas" a las islas, ¿cuál fue la repercusión que tuvo en las islas?

- Para nosotros pareciera como que la Unión Europa no ha pensado mucho qué está haciendo. No tengo mucha información. Solo leo las noticias de BBC y CNN. Y a mí me parce que todo esto es algo muy técnico y no entiendo qué sucede en realidad. Veo distintos puntos de vista y no sé si esto es algo importante o no. En la isla estamos seguros de que el nombre es “The Falkland Islands”, y así continúa.

Una de las escuelas en las islas Malvinas.
Una de las escuelas en las islas Malvinas.

- ¿Pero cuál fue la repercusión que tuvo esta noticia en las islas?

- No puedo hablar por las islas sobre esto. Solo lo he visto las noticias y las redes sociales un poco y me parece algo muy técnico.

Stannard cuenta que, antes de ocupar su actual puesto como directora de Educación de las islas -que dura cuatro años-, las había visitado en dos ocasiones. “Me gustó mucho el ambiente y la manera de vida, y pensé ojalá un día pueda trabajar ahí. El año pasado ellos pusieron el puesto de trabajo en la prensa, lo vi, apliqué y aquí estoy”, dice.

- ¿Por qué crees que te seleccionaron?

- Tengo una mezcla de experiencia en educación y en negocios y creo las habilidades de adaptarme bien al trabajo. También es una ventaja que haya visitado las islas antes: para mí no es una sorpresa la distancia. Se que hay muchas cosas buenas en las islas, pero muchas otras cosas de la vida que son más duras. Y por mi entusiasmo por el trabajo.

- ¿Le gustaría dejarles un mensaje a los alumnos argentinos?

- (Piensa) En mi experiencia cuando la gente está junta, la mayoría de las veces entiende que hay cosas que son similares y no se ocupa de lo diferente. Cuando la gente visita las islas, aprende de la situación aquí y cómo vive la gente aquí. La mayoría de las veces es un buen encuentro, tranquilo. En el futuro espero que haya una relación mejor entre los estudiantes y jóvenes, pero que cada uno mantenga su punto de vista. La gente aquí está muy segura de que son de aquí, y están felices con la situación del gobierno, y quieren continuar como están. Entonces si esto es aceptado, puede haber una buena relación entre los estudiantes.

- ¿Ustedes sienten que no son aceptados desde acá?

- Quién sabe lo que la gente de Argentina piensa. Por los mensajes en la prensa y todo eso, parece que no.

- Los argentinos reconocemos el territorio como propio, eso también debería ser aceptado…

- Es difícil cuando la gente vive en un lugar donde hay un conflicto y hay dos puntos de vista. Pero aquí hay gente viviendo y se debe aceptar ese punto de vista.