Picos de dopamina producen las aplicaciones adictivas que están instaladas en los celulares y nos instan a seguir mirándolas, una y otra vez. Las más usadas hoy son Instagram y TikTok,
Desde hace años, científicos vienen investigando los efectos que producen esas aplicaciones en los usuarios, sobre todo a nivel de la atención que (no) prestan a otros asuntos mientras las están usando. E incluso hay testimonios de ex empleados de la industria tecnológica que reconocen que esas apps son diseñadas con el fin explícito de generar adicción.
Mientras tanto se ha ido acumulando también evidencia científica sobre cuánto impactan en los aprendizajes de los alumnos. Y ahora un extenso informe, presentado por la Unesco la semana pasada, concluye que “hay datos claros” de que los celulares, por las continuas distracciones que generan, están vinculados a la baja de los resultados escolares. Y por eso pide a las autoridades que los prohíban en las escuelas.
Los expertos de Unesco se lamentan de que apenas uno de cada cuatro países haya limitado el uso de los teléfonos móviles en las aulas. El caso más emblemático es Francia, que los prohibió en 2018. En la Argentina, la provincia de Catamarca también dictó una resolución en ese sentido en noviembre del año pasado.
Desde Unesco fueron enfáticos con el mensaje. Reunidos en Montevideo, ante 18 ministros de Educación del mundo, dijeron que los celulares en las escuelas solo debieran estar habilitados para casos muy específicos. Por ejemplo, alumnos discapacitados que los necesiten o alguna actividad pedagógica donde esté justificado. Si no es así, no.
Si bien la noticia no ha tenido mucha repercusión, en medio de tantas otras quizás más llamativas, es claramente un aviso especialmente para las autoridades, de los países y de las escuelas. Pero también para la sociedad civil y, por qué no, para la industria tecnológica, a quienes dedican filosos párrafos.
Está por verse cuánta atención les prestan a estas advertencias autoridades, docentes y familias. Y si efectivamente pueden colaborar en revertir la crisis de los aprendizajes que es global.
O será cuestión de esperar que todo siga igual: las tecnológicas mirando sus resultados económicos, las autoridades mirando para otro lado… y los estudiantes mirando hacia el celular.
Celulares en el aula: el drástico veredicto de la Unesco que provoca polémica
