Durante la investigación fueron imputados el pintor Gastón Zárate, considerado "perejil" por sus vecinos que hasta marcharon para defender su inocencia, el hijo de la víctima Facundo Macarrón, el abogado Rafael
Magnasco, quienes progresivamente fueron sobreseídos de las acusaciones, y finalmente el viudo Macarrón cómo el único que llegó como acusado al juicio en calidad de instigador del crimen, pero terminó absuelto.