La ministra del Interior Suela Braverman, de origen indio y de la isla Mauricio, se negó a recibir al Arzobispo de Canterbury, máximo jefe de la iglesia anglicana británica, que se
opone a ese envío deshumanizado de los más vulnerables a un país africano que es una autocracia, donde no hay trabajo ni respeto a los derechos humanos.