Tres tiros libres: dos que se fueron por arriba del travesaño y otro en el que optó por enviar un centro. Un tiro cruzado en el que le pegó medio mordido
y desviado. Algunos encuentros con su sello desde que ingresó al campo, a los 10 minutos del segundo tiempo. Y no mucho más. Lionel Messi volvió a jugar tras la lesión muscular que lo marginó tres semanas, pero eso no evitó la derrota del Inter Miami, que cayó ante el líder de la Zona A, Cincinnati, y se quedó afuera de los playoffs de la Major League Soccer.
Si bien la derrota de anoche confirmó lo que se esperaba, el desenlace de la temporada era previsible, sobre todo por lo que había cosechado el Inter Miami antes de la llegada de Messi, Sergio Busquets, Jordi Alba y el entrenador Gerardo Martino. No obstante, el partido de ayer evidenció que Cincinnati es un equipo que puede superar y incluso ganarle a este Inter de estrellas. El arquero del Inter Drake Callender fue la figura y estuvo cerca de tapar el gol del visitante, que lo firmó el argentino Álvaro Barreal, surgido en Vélez, tras un error en la salida de Busquets.
¿Qué pasará ahora con Lionel? Nadie lo sabe. Porque al quedar sin chances matemáticas de clasificar a la fase final de la temporada estadounidense, el Inter Miami terminará su participación en la MLS la próxima semana (por la fecha 38, visitará al Charlotte). Luego, el argentino y todo el plantel estarán casi cuatro meses sin partidos oficiales. Ante eso, Messi puede solicitar irse a préstamo a otro club para no perder ritmo durante ese período. Será un tiempo para fantasear aventuras alocadas y sueños de difícil concreción.
