Sin embargo, con la ayuda de los diseños y la experiencia iraníes, desde entonces han aumentado significativamente sus capacidades de fabricación, así como la precisión y el alcance de sus armas.
Las están produciendo en cantidades cada vez mayores en talleres locales, a veces utilizando materiales disponibles comercialmente, como tuberías metálicas, junto con componentes rescatados de armas israelíes fallidas, disparadas contra Gaza.