Hace 20 años, aquel 11 de marzo, España estaba gobernada por José María Aznar, del Partido Popular, quien se había fumando un puro con los pies sobre el escritorio con el
presidente estadounidense de entonces, George W. Bush, en la cumbre del G8 de 2002 en Canadá y, un año después, había visto con buenos ojos la intervención de Estados Unidos en Irak.