“No hubo turbulencias previas, simplemente navegamos sin problemas durante todo el camino. Me había quedado dormido y afortunadamente tenía puesto el cinturón de seguridad y, de repente, el avión cayó (.
..) Pensé que estaba soñando. Abrí los ojos y él estaba en el techo del avión boca arriba, mirándome. Era como El Exorcista”, contó Brian Jokat, un pasajero canadiense que habló con la cadena de radio neozelandesa RNZ sobre cómo vio a otro pasajero.