James Rubin: "Los gobiernos no deberían tener la función de decidir qué es cierto y qué no"

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El manejo de la información se convirtió en un dominio más en el plano geopolítico, considerando que existen países que la utilizan para desestabilizar el orden de seguridad global o incluso

hacer la guerra. En esa línea se expresó James Rubin, el enviado especial del gobierno de Estados Unidos y coordinador del Centro del Departamento de Estado para la Participación Global, un organismo del Departamento de Estado que se dedica a combatir la desinformación como herramienta de propaganda.

"Es importante que les explique que el mundo de la información es muy distinto hoy en dia, en las Fuerzas Armadas se habla de distintos dominios, como el aire, el agua, y también hay otro: el de la información, en el que también se puede librar una guerra", analizó.

Rubin, que además de ser columnista y locutor acumula 35 años como diplomático, viajó a Buenos Aires para participar del hackaton organizado por Fundación PERFIL, una capacitación intensiva para periodistas e interesados en comunicación para crear propuestas innovadoras que combatan la difusión de noticias falsas y otras formas de desinformación.

Comenzó el hackaton, una iniciativa para combatir la desinformación en la era de inteligencia artificial

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"Desde mi lugar de funcionario de los Estados Unidos que trabaja en cuestiones de seguridad, integridad de la información y lucha contra la desinformación yo no creo que los gobiernos tengan la función de decidir qué es cierto y qué no", apuntó.

El alto funcionario, en tanto, habló este jueves 18 de abril desde el espacio Workey, en la icónica Diagonal Norte del microcentro porteño, para marcar la postura de la primera potencia mundial respecto a los desafíos que presentan las nuevas tecnologías y el uso de la desinformación como herramienta para hacer política, con énfasis en el avance de gobiernos autoritarios que utilizan la desinformación para "llevar adelante sus propios objetivos políticos".

"Me preocupo por el hecho de si las sociedades democráticas tienen la fortaleza suficiente para darse cuenta que los gobiernos autoritarios se están uniendo para lanzar politicas librar guerras para perjudicar el mundo democrático", analizó en su presentación que fue moderada por el director digital de PERFIL, Agustino Fontevecchia.

Entre los denunciados destacó principalmente a Rusia, con el apoyo de China, Corea del Norte e Irán, que tienen "formas distintas" de entender a la información, no desde el plano de la democratización del conocimiento o de las ideas sino desde el plano del "poder". Como ejemplo, detalló un programa del Departamento de Estado enfocado en América Latina que advirtió sobre el lanzamiento de una campaña de desinformación en la región en manos del Kremlin, que, según la investigación, iba a contratar personal local para difundir temas asociados al colonialismo o la guerra en Ucrania, en pos de un sentimiento anti estadounidense.

"Logramos interrumpir estas operaciones. Quizás no parezca algo importante para un militar o un político, pero se trata de una guerra basada en la información", señaló.

En ese sentido, Rubin destacó la potencialidad de las nuevas tecnologías y su impacto en la comunicación, entre ellas la inteligencia artificial generativa que en algunos casos se la utiliza de manera maliciosa, a las que consideró “herramientas complejas y potencialmente peligrosas”.

Segunda Jornada de Hackathon a la información
El diplomático estadounidense James Rubin habló en exclusiva con Agustino Fontevecchia, director digital de PERFIL, en la segunda jornada del evento Hackaton.

"Tenemos que tener la fuerza suficiente para responder frente a los países que usaron la inteligencia artificial de modo riesgoso. Si no podemos responder a la guerra en Ucrania difícilmente podamos hacerlo frente a la información y el uso malicioso de la IA que hacen China y Rusia. Piensen lo fácil que sería tomar estas noticias falsas de desinformación sobre Ucrania, transformarla con IA y adaptarla a otros países", planteó.

Como no hay manera de regular o limtiar el uso de estas herramientas, Rubin insistió en la necesidad de que cada país, tanto a nivel gubernamental como desde la sociedad civil, haga hincapié en transparentar "el origen de la información", para que llegue de manera adecuada a las audiencias que en la actualidad son permeables a todo tipo de contenido en las redes sociales, esté chequeado o no

"Estamos armando una coalición de países para luchar contra la desinformación como lo hicimos para luchar contra ISIS o al Qaeda. Que se pongan de acuerdo y puedan operar de manera uniforme para que las personas no utilicen incorrectamente el término desinformación", indicó.

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