Con las mismas ganas de enseñar a las nuevas generaciones, Fernando Almarza, ex arquero en el Club Sacachispas, se puso al hombro una escuelita de arqueros en el sur de la
Ciudad de Buenos Aires, en Villa Lugano. Primero comenzó con dos, tres alumnos, y si bien a medida que iban pasando los años fue creciendo, en la época mundialista las inscripciones se triplicaron y hoy yacuentan con más de 120 alumnos semanales.