El Rey presentó sus respetos a los héroes caídos, militares y civiles, de Kenia. En el lugar, marcado por una llama eterna, Carlos envió una corona de rosas blancas y lilas,
colocadas por dos oficiales kenianos. Unos minutos más tarde, el presidente de Kenia, William Ruto, dejó su propia corona. El tributo floral del Rey tenía una nota escrita a mano que decía: "En recuerdo agradecido – Carlos R."