El domingo, Anas Al Kourd, paramédico del hospital Al Shifa de la ciudad de Gaza, conducía hacia el sur con un grupo que incluía a su prima, a la que habían
amputado las piernas tras resultar herida en la guerra, y a cuatro niños. Relató que su automóvil era el único vehículo a la vista. A su alrededor, la gente levantaba las manos en señal de rendición mientras caminaban, llevando banderitas blancas.