El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, destacó el jueves que la tasa no es un nuevo impuesto turístico ni un intento de generar ingresos adicionales. Más bien, dijo, es el primer
experimento de su tipo para regular los flujos turísticos en uno de los lugares más visitados del mundo, incentivando a los visitantes a evitar períodos de mucho tráfico y venir en otros días.