“En ningún momento Rocha estuvo autorizado, directa o indirectamente, a entregar, comunicar, ni transmitir información no pública a agentes, oficinistas o empleados de cualquier servicio de inteligencia extranjero hostil, durante o
después de su empleo”, indican, pero sí lo hizo pese a que siempre contestó que “no” en los cuestionarios que se le preguntaba, como a todo funcionario de carrera, si había violado la ley de su país.