La ciudad de Miami, desde Aventura a Fort Lauderdale, estaba este jueves con sus calles colapsadas por una inundación que puso en alerta a ciudadanos y bomberos del estado de Florida.
En medio de ese cuadro de caos, que se da en el inicio de la temporada de huracanes, los meteorólogos anticipan que lloverá con fuerza en las próximas horas, por lo que la situación tenderá a agravarse.
Las lluvias que cayeron en Miami hicieron que decenas de autos quedaron varados, muchos de ellos flotando, en calles de Miami, Miami Beach y Hialeah, así como en Fort Lauderdale y otros municipios.
Hubo inclusive ciudades como Sunrise, en el condado de Broward, en las que debieron realizarse rescates acuáticos un día después de las catastróficas inundaciones en el sur de Florida.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Los 200 milímetros de lluvia que cayeron en los últimos dos días en la franja costera norte provocaron anegaciones urbanas de tal magnitud, que los autos iban a la deriva como si fueran las embarcaciones amarradas en la bahía.
El asedio del agua no terminó, ya que se esperan otro diluvio, y la próxima ronda de tormentas está a solo unas horas de distancia.
La parte del sur de Florida, incluida la ciudad Miami, se encontró bajo alerta por máximo riesgo de lluvias excesivas este jueves, de acuerdo con el Centro de Predicción Meteorológica.
Mientras tanto, se esperan "impactos significativos con la próxima ronda de fuertes lluvias", informaron.
Las jornadas declaradas de alto riesgo son extremadamente raras (ocurren en menos del 4% de los días de cada año en promedio), pero representan más del 80% de todos los daños causados por inundaciones y más de un tercio de todas las muertes por inundaciones registradas en los Estados Unidos.
El gobernador Ron DeSantis declaró el estado de emergencia para cinco condados: Broward y Miami-Dade, en la costa atlántica de Florida, y Collier, Lee y Sarasota, en la costa oeste del Estado.
En la ciudad de Aventura, varias calles seguían sumergidas el jueves por la mañana, inundando múltiples vehículos, como se puede apreciar en varios de los videos viralizados en redes sociales.
Imágenes apocalípticas
"Los autos están tirados en las calles y en todas partes, es apocalíptico", afirmó un residente.
A los conductores no les quedó más remedio que abandonar los vehículos durante la noche, ya que las fuertes lluvias arrojaron casi un pie de agua en el área.
"Esto es una locura. Ni siquiera podemos pasar por aquí. Es un riesgo", comentó otro vecino.
Uno tras otro, los conductores se encontraron con aguas altas a lo largo de la calle 203 noreste el jueves por la mañana.
Algunos decidieron no arriesgarse, mientras que otros se enfrentaron, con la esperanza de llegar al otro lado.
Sky 10 estaba por encima del área de la calle 147 del noreste y la avenida 14 alrededor de las 7:15, cuando un equipo de bomberos de Miami-Dade rescató a una mujer que estaba atrapada en su vehículo.
En el condado de Miami-Dade, las cuadrillas remolcaron cientos de autos el jueves por la mañana, muchos de los cuales quedaron en la calle.
Las aguas altas también mantuvieron a los ciudadanos atrapados en Aventura Mall, ya que muchos no pudieron salir de los estacionamientos.
"Es una locura. Todo el mundo está tratando de salir al mismo tiempo. Se ha inundado por ambas salidas, así que espero que podamos llegar a casa sanos y salvos", sostuvo Tiffany Spink a Local 10.
"Al entrar a Aventura, hay 2 1/2 pies de agua", señaló el pasajero del autobús Ramón Castro.
Un hombre tomó una foto después de que, según él, el agua comenzó a entrar en el vehículo: "El conductor del autobús dice: `No puedo ir más lejos`. Nunca había visto algo así en el que el agua entrara al autobús", advirtió el hombre.
"Todo entraba y entraba, el agua te llegaba hasta las rodillas por todo el salón", sostuvo el dueño de un salón.
El damnificado estaba secando su tienda y apuntalando las puertas de entrada con sacos de arena, ya que se esperaban más lluvias en el área.
Incluso una farmacia de al lado continuaba bombeando agua que se había filtrado en el interior.
"Llevo aquí 10 años, y se ha inundado muchas veces, pero nunca tan mal", indicó el dueño de una farmacia.
"El agua nunca llegó al punto de salpicar las ventanas con tanta fuerza", agregó.
En el noreste de Miami-Dade, el nivel del agua había crecido tanto en algunos vecindarios que una caseta para perros quedó casi completamente inundada.
Los residentes de la zona dijeron que las dramáticas inundaciones los tomaron por sorpresa, porque si bien el área es propensa a las precipitaciones, nunca ocurren desastres de esta magnitud.
"Es bastante sombrío", reveló Angelo Ferreris, quien añadió: "He visto, a lo largo del día, a familias agarrar bolsas de ropa y cosas, y supongo que quedarse con otros miembros de la familia".
Ferreris dijo que tuvo suerte de que su casa estuviera bien en medio de las inundaciones y señaló: "Solo rezo por nuestros vecinos"
