Coronavirus en Italia: fuerte presión para reabrir las industrias la semana que viene

Internacionales
Lectura

Son fuertes los sectores que quieren acelerar, entrar lo antes posible en la Fase 2 de recuperación prevista a partir del 4 de mayo y salvar a la economía del desastre.

Se prevé una bajada estrepitosa del 9,2% de la riqueza nacional para este año. Los consumos cayeron en marzo el 31,3%. Ya se habla abiertamente de reabrir los portones de la industria del automóvil y movilizar al mundo de la moda, gran productora de trabajo y exportaciones, a partir de la semana próxima.

También quieren hacer marchar de inmediato la producción de componentes para vehículos y otros sectores industriales. Se produciría un shock benéfico capaz de poner de nuevo en movimiento los músculos económicos del segundo país manufacturero de Europa, detrás de Alemania. Los industriales germanos claman por la ausencia italiana que les paraliza sus terminales fabriles, porque hoy los productos industriales de consumo masivo están hechos con partes de distintos países.

Pero los riesgos de una abrupta apertura de la estricta cuarentena son muy grandes. Predominan los que sostienen que tiene prioridad absoluta la lucha contra la epidemia y no se puede correr el peligro de poner a la gente en la calle y sufrir un rebrote desastroso de contagiados y muertos que llevaría a adoptar medidas de aislamiento social aún más rígidas que las actuales.

Casos de Coronavirus en vivo

Italia acaba de aprobar leves medidas de recuperación por veinte días y preparar la reactivación social y productiva a partir del 4 de mayo, en la llamada Fase 2.

BANER MTV 1

Sintiendo el perfume de ansiedad que se respira para recuperar la normalidad perdida, el ministro de Salud Pública Roberto Speranza, salió al cruce, indicando que “algunos indicadores son positivos pero estamos en la plenitud de la crisis, no nos sirven las polémicas sino trabajar todos juntos”.

Agregó que “la situación es todavía sería, las medidas están dando resultados y gracias al comportamiento de los italianos ha sido posible salvar a miles y miles de personas”. Speranza advirtió que “debemos ser realistas, porque los números de la epidemia son todavía muy pesados”.

Cómo sería la "Fase 2"

El gobierno ha formado un super comité de cerebros, encabezado por el manager Vittorio Colao, para hacer propuestas sobre la gestión de la esperada Fase 2. El viernes Colao podría consignar un primer documento al primer ministro Giuseppe Conte con las recomendaciones. Al gobierno la misión de decidir el camino a seguir, que seguramente abrirá nuevas fuentes de polémicas y debates que crecen mientras la epidemia baja lentamente.

Coronavirus en Italia



Fuente: DEPARTAMENTO DE PROTECCIÓN CIVIL DE ITALIA Infografía: Clarín

Es seguro que las primeras medidas de la Fase 2 comprenderán protocolos para la reactivación, con horarios de trabajo flexibles e incorporación masiva del trabajo desde casa por medio de la informática. Habrá reglas y nuevas medidas, como lanzar programas electrónicos para las auto certificaciones que peatones y automovilistas deben mostrar a la policía en los lugares públicos de todo el país, para justificar porque están fuera de las viviendas. Otra innovación serán los sistemas para seguir las huellas de los contagios con el uso de Internet y el control de los “telefoninos” para saber cómo y dónde atacar los rebrotes del coronavirus que se produzcan en el futuro.

Tanto el super comité que preside Vittorio Colao, como el mismo gobierno, han recibido los mapas del riesgo elaborados por el Comité Técnico Científico y otras instituciones. El ministro de Asuntos Regionales Francesco Boccia, explicó que “queremos saber lo mejor posible qué se puede reabrir y cuánto en el comienzo de la Fase 2, evaluando a fondo los riesgos que pueden sufrir los trabajadores.

El gobierno prepara para fines de este mes un decreto de 60 mil millones de euros, que en parte cubrirá la Unión Europea, para renovar el apoyo a todo el sistema de protección social, desde los salarios de los que se hace cargo el Instituto Nacional de Previsión Social, a los bonos que esta semana ya están pagando 600 euros a 1,8 millones de trabajadores autónomos. En mayo el subsidio subirá a 800 euros mensuales. También se pagará una indemnización de 400-600 euros a los trabajadores domésticos regulares que se han quedado sin réditos por la epidemia.

Los problemas económicos se hacen gigantescos porque Italia reclama a la Unión Europea, junto con otros países, poner en marcha los Eurobonos garantizados por la UE, que permitiría financiar hasta 600 mil millones de euros en el futuro. Pero Alemania, Holanda y un grupo aguerrido de países pequeños se oponen a quedar enganchados en el compromiso de las garantías.

Una empleada arregla el "showroom" de una tienda en Narni (TR)./ ANSA

Una empleada arregla el "showroom" de una tienda en Narni (TR)./ ANSA

La leve reapertura que se inició este miércoles no ha producido conmociones porque las medidas de cuarentena siguen aplicándose estrictamente. Además una buena parte de las veinte regiones italianas redimensionó la autorización a abrir las librerías o los negocios de venta de ropa para los chicos, rechazando la medida del gobierno o reduciéndola a dos veces por semana.

El presidente de la región Lazio, líder del partido Democrático de centroizquierda, socio en el gobierno, Nicola Zingaretti, convalece aún del contagio del coronavirus y por video conferencia explicó que la necesidad de la cuarentena “nos acompañará hasta que no sea encontrada una vacuna”.

Zingaretti recordó que este jueves se inician reuniones entre sindicatos y empresarios para establecer las “reglas indispensables de seguridad para los consumidores y trabajadores”.

Llegan las barreras de plexiglás

Se aproxima la Fase 2, que viene con el regreso de la primavera y el verano. Ya se estudian y se muestran los modelos de las barreras de plexiglás en los taxis, en las cajas de lo supermercados, en los negocios, y sobre todo en las playas, donde el plástico transparente aislará las sombrillas y sus ocupantes.

Ya se activan los preparativos para repartir gel desinfectante por todos lados. Se advierte que la obligación de usar las tapabocas y narices se hará más obligatoria aún.

Como la Fase 2 contempla reabrir también los bares y restaurantes, los encuentros entre los sindicatos y empresarios están dedicados a medir las distancias. Cuando todos los negocios abran sus puertas, deberán funcionar los metrajes de seguridad aplicados con rigor, so pena de multas bien saladas. Si los metros son pocos, los clientes de los bares esperarán afuera y entrarán de a uno. Y en los restaurantes se deberá tener en cuenta la distancia entre los clientes pero también darle espacio al mozo que se tiene que mover entre ellos.

Todos los negocios deberán colocar en las vitrinas y las paredes como se respetan las normas de distanciamiento social y la seguridad higiénica.

Las escuelas

La llegada de mayo obliga a resolver el mayor dilema, la enseñanza. El mundo de las escuelas reclama al gobierno que se ocupe de los millones de chicos, adolescentes y adultos (universitarios) que junto con el personal docente esperan una gran decisión. Que consiste en anunciar el cierre del año escolar sin más ni más y preparar la reapertura para septiembre.

Hace falta un plan extraordinario. Actualmente las escuelas funcionan con las lecciones a distancia, que no bastan. En el ministerio de Educación creen que es necesario poner en ejecución un plan extraordinario en los próximos cuatro meses, que costará tres mil millones de euros. Es la única forma de evitar que en setiembre de reabran las aulas y entre el caos. Hacen falta fuertes inversiones en los edificios escolares, sobre todo para garantizarla la seguridad del distanciamiento social. Y se debe afrontar el ingreso masivo de la informática en todos los colegios, evitando que Internet sirva para hacer más honda la desigualdad social que se agravó por la crisis del coronavirus.

La buena escuela necesita un proyecto de refundación que la potencie para ayudar a las nuevas generaciones a afrontar los tiempos de la pandemia.

Roma, corresponsal