El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un decreto destinado a ampliar las verificaciones de antecedentes para la compra de armas a fin de reducir los tiroteos masivos en el país.
Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un decreto destinado a ampliar las verificaciones de antecedentes para la compra de armas a fin de reducir los tiroteos masivos en el país.
Biden
La Orden Ejecutiva también al aumentar el uso efectivo de las leyes de llamadas de "bandera roja", fortalecer los esfuerzos para responsabilizar a la industria de las armas y acelerar los esfuerzos de aplicación de la ley para identificar y "detener a los tiradores que amenazan a nuestras comunidades".
El presidente Biden también está alentando a la Comisión Federal de Comercio a emitir un informe público que analice cómo los fabricantes de armas comercializan armas de fuego a menores.
Biden, decidido a luchar contra las armas
La retórica que emplea Biden para hablar sobre las armas no ha hecho más que endurecerse — en sus discursos pide sistemáticamente la prohibición de las denominadas armas de asalto. Hay que recordar que los demócratas no impulsaron una plataforma de control de armas tan enérgica ni siquiera durante el gobierno de Obama, cuando Biden era vicepresidente.
Pero las elecciones de medio término han animado a Biden luego de que su discurso habitual sobre el control de armas no se tradujera en pérdidas masivas de votos, y se espera que continúe presionando a favor de fuertes cambios a medida que se acerca su candidatura para 2024, dicen sus asesores.
Biden invitó a Brandon Tsay, el joven de 26 años que arrebató la pistola semiautomática al pistolero en Monterey Park, a su discurso sobre el Estado de la Unión y elogió el heroísmo del joven.
"Él salvó vidas. Es hora de que nosotros también hagamos lo mismo", dijo Biden en su discurso ante el Congreso. "Prohibir las armas de asalto de una vez por todas".
Pero el poder del presidente es limitado para ir más allá de la legislación bipartidaria aprobada por el Congreso el verano pasado, el proyecto de ley sobre violencia armada más amplio en décadas. Fue aprobada tras la matanza el año pasado de 10 personas en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y de 19 estudiantes y dos profesores en una escuela primaria de Uvalde (Texas).
"Demasiadas vidas han sido cegadas por la violencia armada", dijo el lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. "Pero él cree que tenemos que hacer más. Lo oirán pedirle al Congreso que actúe y que no se detenga... que tenemos que continuar".
La acción del martes no cambia la política del gobierno estadounidense. Más bien, ordena a las agencias federales que garanticen el cumplimiento de las leyes y procedimientos existentes, una característica típica de las órdenes ejecutivas emitidas por los presidentes cuando se enfrentan a los límites de su propio poder para actuar sin la cooperación del Congreso.
Visita a una comunidad afectada por una matanza
Biden viajará a Monterey Park para estar con las familias y la comunidad afectadas por el tiroteo masivo que cobró 11 vidas e hirió a otras nueve en enero. Monterey Park es parte de una lista creciente de comunidades en todo el país que cambiaron para siempre debido a la violencia armada, no solo tiroteos masivos, sino también actos diarios de violencia armada que pueden no aparecer en los titulares nacionales.
El año pasado, el presidente Biden promulgó la Ley bipartidista de comunidades más seguras, la legislación de reducción de la violencia armada más importante promulgada en casi 30 años. Al celebrar la aprobación de la Ley, instó al Congreso a aprovechar el impulso bipartidista y promover medidas adicionales de sentido común para reducir la violencia armada.
Una y otra vez, ha pedido al Congreso que actúe, incluso prohibiendo las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad, requiriendo verificaciones de antecedentes para todas las ventas de armas, requiriendo el almacenamiento seguro de armas de fuego y derogando las leyes de los fabricantes de armas.
Fuente: AP
PB
Mirá también
Estados Unidos: las matanzas asociadas al extremismo crecieron de forma masiva en la última década
