Europa asegura ahora que Israel tiene derecho a defenderse pero que debe respetar, al hacerlo, el Derecho Internacional y no atacar a civiles ni, por ejemplo, dejarlos sin agua, comida o
energía. Israel no escucha a los europeos y no pasa nada, Europa no reacciona como hizo con Rusia, no impone sanciones, no levanta la voz.