Las autoridades de Estados Unidos criticaron este viernes la decisión de las autoridades de Israel de demoler la casa de un niño palestino de13 años imputado por el asesinato en febrero
de un agente israelí en un ataque con un cuchillo en un autobús en Jerusalén Este.
"El Gobierno israelí ha demolido la vivienda de una familia palestina en respuesta a las acciones de un niño de trece años. Una familia entera no debería pagar por los actos de un solo individuo", indicó la Oficina de Estados Unidos para Asuntos Palestinos en su cuenta de X.
La agencia Europa Press confirmó que la casa del niño, identificado como Muhamad Basel Fazi Zalbani, fue demolida a primera hora del miércoles ante un fuerte despliegue policial en el campamento de refugiados de Shuafat, en Jerusalén Este, después de que el Supremo rechazara suspender la orden de demolición.
El agente, Asil Suaad, fue apuñalado por el chico cuando iba acompañado de un guardia, que abrió fuego tras el suceso, alcanzando tanto a Suaad como al atacante. El agente murió posteriormente a causa de las heridas sufridas.
Israel sigue defendiendo la controvertida política de demolición de viviendas de ciudadanos palestinos como elemento disuasorio frente a futuros ataques. Varios grupos de defensa de los Derechos Humanos insisten en que se trata de un "castigo colectivo" que podría lleva a un aumento de los ataques por parte de familiares.
Este mismo viernes, el Ejército israelí procedió a demoler la vivienda de dos hermanos palestinos presuntamente responsables de la muerte de la profesora israelí Batsheva Nigri en un tiroteo registrado en agosto al sur de la ciudad de Hebrón, en Cisjordania.
Nigri, una mujer de 42 años, murió tras ser alcanzada por las balas cuando un grupo de individuos armados abrió fuego contra el vehículo en el que viajaba con su hija de doce años, que resultó ilesa.
