Según dos personas que estuvieron presentes, el expresidente Donald Trump le dijo a un grupo de ejecutivos del petróleo y lobistas reunidos en una cena en su complejo Mar-a-Lago en Florida
el mes pasado que deberían donar 1000 millones de dólares a su campaña presidencial porque, de resultar electo, echaría atrás las normas ambientales que, según él, obstaculizaban su industria.