El gobierno de Fico también ha hecho esfuerzos para reformar las comunicaciones públicas, un acto que, según sus críticos, haría que el gobierno tuviera el control total de la televisión y
la radio públicas. Esto, aunado a sus planes de enmendar el código penal para eliminar a un fiscal especial anticorrupción, ha hecho que a los opositores les preocupe que Fico conduzca a Eslovaquia hacia una vía más autocrática.