Abrazados, llorando, abrazándose al Papa también visiblemente emocionado, uno judío, el otro palestino, que perdieron familiares durante esta guerra “que es una derrota para todos”. Maoz y Asís, empresarios en Israel
y Palestina, fueron ovacionados esta mañana por los 12 mil cristianos reunidos en la Arena de Verona, para saludar al Pontífice y comprometerse “contra esta guerra en medio de las tempestades del mundo” como dijo Francisco.