Para espantar a los turistas, un pueblo de Japón tapó con un cerco una vista privilegiada del Monte Fuji

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Japón está experimentando una afluencia masiva de turistas que está causando problemas en algunas áreas, como Fujikawaguchiko, donde la presión del turismo está afectando el entorno y la calidad de vida

de los residentes. Como respuesta, este martes la ciudad nipona instaló una barrera de color negro para bloquear la vista del monte Fuji, una atracción turística muy popular que estaba generando molestias para los lugareños.

Temprano, un grupo de operarios municipales empezaron a fijar una cortina negra de 2,5 metros de altura y 20 de longitud a unos postes metálicos para tapar la vista de la montaña más emblemática de Japón.

Además, seis barreras de hierro de tres metros de ancho cada una evitan que los visitantes accedan al lugar exacto que permite tomar la popular fotografía cruzando la calle por un punto donde no existe paso de peatones -acto mal visto socialmente en Japón-.

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La drástica medida fue anunciada en abril por el ayuntamiento de Fujikawaguchiko. Es que desde el levantamiento de las restricciones de la pandemia, el turismo en Japón no para de crecer y alcanza cifras récord. Pero este flujo de visitantes también genera tensiones con la población local por la cantidad excesiva de turistas o la aparición de comportamientos inadecuados.

Los aproximadamente 25.495 habitantes de Fujikawaguchiko reconocen que su ciudad vive en gran parte del turismo que atrae por su cercanía al monte Fuji, pero lamentan las formas de algunos visitantes, sobre todo de los extranjeros.

Japón Monte Fuji 20240521
El momento de colocación del cerco para tapar la vista de la montaña

Símbolo de Japón, la montaña llamada "Fujisan" solía ser lugar de peregrinación y actualmente atrae a excursionistas que suben a la cumbre para ver el amanecer. Pero las toneladas de basura que se dejan atrás, incluyendo botellas de plástico, comida e incluso ropa, se convirtieron en una gran preocupación.

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En este municipio abundan los puntos desde donde fotografiar la emblemática montaña, pero este destaca porque la majestuosa silueta del volcán sobresale por encima de una tienda Lawson.

Esto atraía a numerosos turistas que además de bloquear la circulación tanto de peatones como de vehículos en la calle donde se ubica el punto con vistas a la icónica montaña, también fumaban fuera de las zonas autorizadas, cruzaban la ruta con el semáforo en rojo o incluso trepaban a la azotea de una clínica dental adyacente para conseguir un mejor plano.

Japón Monte Fuji 20240521

Los turistas comenzaron a tomar la fotografía en este punto concreto después de que un "influencer" extranjero fotografiara ese escenario en 2020 y la imagen se volviera viral en redes sociales.

Previamente a tapar la vista por completo, esta ciudad japonesa tomó otras medidas, como colocar advertencias en inglés para controlar a la multitud o encargar el control del tráfico en el enclave a funcionarios, pero resultaron ineficaces.

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"Es una pena porque realmente es una fotografía emblemática", lamentó Christina Roys, una turista neozelandesa de 36 años que acudió al lugar el martes por la mañana. "Pero es totalmente comprensible", añadió.

Por otra parte, en el mismo monte Fuji, las autoridades impondrán a partir de este verano una tasa de acceso y una cuota máxima diaria en la principal ruta de senderismo para escalar el volcán.

Más medidas contra la masificación del turismo

Además, uno de los lugares más populares de la ciudad japonesa de Kioto cierra sus puertas a los turistas. Se trata del distrito de Gion, popular porque está donde se concentran los locales tradicionales donde trabajan las geishas. El gran problema radica en el comportamiento de los turistas. Muchos ignoran los carteles donde se pide explícitamente que no fotografíen a las geishas y, a veces, las increpan directamente, acosándolas.

Los intentos anteriores de animar a los turistas a no acercarse a las mujeres, incluidos carteles y multas de hasta 10.000 yenes por fotografías no consensuadas, que equivaldrían a poco más de 50 euros, no han funcionado.

Frente a este escenario, las autoridades de Kioto, viendo que pidiendo buen comportamiento de forma amable no se conseguía nada, decidió que el distrito quede cerrado para los turistas.

LT