Entre 1985 y 2022, Rio Grande do Sul, un motor de la economía brasileña gracias a su actividad agropecuaria, perdió 3,6 millones de hectáreas de vegetación nativa, un 22%, según un
estudio de la red liderado por Vélez.
Entre 1985 y 2022, Rio Grande do Sul, un motor de la economía brasileña gracias a su actividad agropecuaria, perdió 3,6 millones de hectáreas de vegetación nativa, un 22%, según un
estudio de la red liderado por Vélez.