En el marco del Sínodo en torno a los cambios de la Iglesia, cuya segunda parte está prevista para septiembre, el Papa Francisco fue tajante y cerró la puerta a la
posibilidad de conformar un diaconado femenino, una esperanza con la que contaban varios grupos católicos de mujeres y que esperaban que fuera tenida en cuenta durante el Sínodo.
"No", respondió tajante el Sumo Pontífice durante una entrevista al respecto y luego amplió: "Si son diáconos con las órdenes sagrada, no. Las mujeres han siempre tenido, diría la función de diaconesas como ministros en el interior de las órdenes".
El cierre de puertas a la posibilidad de que las mujeres tengan acceso el diaconado fue una noticia recibida con desilusión y que provocó varias reacciones negativas en las asociaciones femeninas que luchan por obtener un reconocimiento en el ámbito eclesiástico.
La apertura hacia un diaconado femenino es un debate que existe desde los primeros siglos del cristianismo y que aún no ha sido resuelto. Se trata de un tema de discusión permanente, sobre todo en Alemania, Estados Unidos y el norte de Europa.
Tras las declaraciones del Papa Francisco, la Conferencia sobre la Ordenación de las Mujeres (WOC) expresó su "gran desilusión" por la negativa a tratar el tema y que se reconozca a las mujeres y se afirme su plena igualdad dentro de la Iglesia.
Desde la organización calificaron la respuesta del Sumo Pontífice como "una traición del proyecto sinodal de caminar juntos" y se realizó un llamado a encontrar a las mujeres empeñadas en el tema, al mismo tiempo que se le reclamó a los cardenales "hablar con coraje en este momento".
No obstante, el Papa aclaró en más de una oportunidad que durante su pontificado no aceptaría discutir la opción de ordenar al sacerdocio a las mujeres, aunque dejó el asunto del diaconado femenino a cargo de una comisión teológica de estudio que se encarga de analizar el tema.
Por su parte, el cardenal Jean-Claude Hollerin, un eclesiástico de ideas aperturistas y, además, uno de los involucrados en la preparación del Sínodo, apuntó contra la "excesiva impaciencia" de las mujeres y explicó: "Si atacas demasiado no obtendrás mucho. Hace falta tacto y paciencia si se quieren soluciones reales".
Iglesia de Alemania
El "no" tajante del Papa Francisco no fue bien recibido en general, pero en la Iglesia alemana generó un malestar mayor, ya que esta se ha empeñado en conformar un Sínodo nacional con propuestas "incendiarias", tales como el sacerdocio femenino, la elección de los obispos y la abolición del celibato sacerdotal.
Hasta el momento, el único movimiento para ir al encuentro de los cambios reclamados por los alemanes, y que serán planteados y rechazados en el Sínodo en septiembre, fue el documento de la Doctrina de la Fe, el cual autorizó las bendiciones a parejas homosexuales, aunque en forma restringida.
AS./fl
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