Raúl Pursnami, propietario de una tienda de moda contigua al local afectado, explica que durante el derrumbe se ha escuchado un ruido muy fuerte. “Salía del local y se ha caído
todo entero, es una pena; teóricamente cada año se tiene que hacer una inspección. Estamos tocados. No puedo hablar, eran mis vecinos”, lamentó ante el diario El País. Pursnami explicó que todo ha ocurrido muy rápido, mientras la gente estaba comiendo y otra, bailando.