Las elecciones europeas son perfectas para castigar a los gobiernos de turno sin tumbarlos, y en muchos países se realizan con un sistema de circunscripción única que abre la puerta a
formaciones que en elecciones legislativas no tienen espacio. Aún así, la extrema derecha salió este domingo como primera fuerza política francesa, italiana, austríaca y holandesa, segunda en Alemania y Bélgica, tercera en España y Portugal.