El Gobierno español criticó este martes la denuncia, a su juicio falsa, que presentó un colectivo cercano a la extrema derecha y que llevó a un tribunal a abrir una investigación
preliminar contra el hermano del presidente Pedro Sánchez. Esta misma organización, Manos Limpias, interpuso otra denuncia en el origen de las pesquisas judiciales contra Begoña Gómez, la esposa del mandatario socialista.
Manos Limpias denunció a David Sánchez, quien es responsable de la oficina de Artes Escénicas de la Diputación de Badajoz, conocido profesionalmente como David Azagra, por presuntamente percibir un sueldo público sin acudir debidamente a su trabajo. "De nuevo, Manos Limpias, que es lo mismo que decir que otra vez estamos delante de una denuncia falsa, construida otra vez a través de recortes y retazos de tabloides digitales", declaró la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en rueda de prensa.
Pedro Sánchez y Borgoña Gómez
Al ser consultada por el caso del hermano de Sánchez, investigado por presuntos delitos contra la Administración Pública, la Hacienda Pública, malversación, prevaricación y tráfico de influencias, la funcionaria también destacó "la desconfianza que genera este grupo ultraderechista" incluso en la propia jueza, quien solicitó a Manos Limpias que "formalice los trámites procesales" y pague "una fianza de 10.000 euros" para seguir adelante con la denuncia.
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Contactado por la agencia AFP, un tribunal de Badajoz, en el suroeste del país, confirmó además la investigación contra Miguel Ángel Gallardo, presidente socialista de la Diputación (Gobierno provincial) de Badajoz y dos empleados de esa institución, sin especificar sus nombres. Las tres personas son sospechosas de malversación, tráfico de influencias y prevaricación.
Tras una denuncia anterior de Manos Limpias, un juzgado de Madrid decidió abrir una investigación por presunta corrupción y tráfico de influencias contra la esposa de Sánchez, Bergoña Gómez, a finales de abril. Manos Limpias reconoció que su querella se basó únicamente en artículos de la prensa.
Al conocerse la noticia, Sánchez —que afirma que todo se trata de un "zafio montaje" para acelerar “el ritmo de la máquina del fango”—, llegó a anunciar que consideraba renunciar, algo que finalmente no hizo. El caso se centra en el presunto apoyo de Gómez, a través de cartas de recomendación, a un empresario que ganó licitaciones públicas por valor de 10 millones de euros. La esposa de Sánchez fue citada a declarar como investigada a comienzos de julio.
Para Sánchez, quieren acabar con su Gobierno porque lleva a cabo políticas como la subida del salario mínimo interprofesional, la creación de empleo "estable" con más de 21 millones de personas trabajando y cotizando, la revalorización de las pensiones y llevar a cabo políticas feministas y contra la violencia de género. “Lo que no lograron en las urnas, pretenden alcanzarlo de manera espuria”, comentó.
En el último período, el líder español ratificó su intención de seguir al frente del Gobierno durante los tres años y medio que quedan de legislatura para desplegar políticas socialistas, "mal que le pese" a la derecha. “Begoña y yo sabemos perfectamente por qué la atacan. Ninguno de los dos somos ingenuos. Lo hacen porque es mi pareja. Ella es una mujer trabajadora y honesta que reivindica su derecho a trabajar sin renunciar a ello por las responsabilidades de su marido”, analizó.
