En un trazo ideológico grueso, con las variaciones del caso en cada país, el extremismo ha rechazado históricamente los valores de la Revolución Francesa que la derecha liberal defiende. El choque
no es de hoy, sino que empieza a perfilarse en el siglo XIX con una sonora polémica entre Alexis de Tocqueville, un emblema del liberalismo, y su amigo y asesor Arthur de Gobineau, uno de los primeros en apoyar la supremacía de las razas a partir de un célebre libro sobre el tema que disparó entonces fuertes polémicas. La diferencia racial, el integrismo religioso, el rechazo a lo “extraño” asomaban con claridad ya en esas disputas.