Avanza el juicio secreto contra los espías rusos que se hacían pasar por argentinos: enfrentan hasta 8 años de cárcel

Internacionales
Lectura

El matrimonio con pasaporte argentino detenido en Eslovenia y acusado de ser espías rusos está enfrentando un juicio secreto en el país europeo. En ese sentido, en las próximas semanas se

dictará la primera sentencia, siendo que si son hallados culpables de espionaje y de utilizar información falsa en documentos públicos, la pareja podría afrontar hasta ocho años en una prisión de máxima seguridad.

Se trata de María Rosa Mayer Muños y Ludwig Gisch, cuyas verdaderas identidades son Anna Dultseva y Artem Dultsev, oficiales de alto rango del servicio de inteligencia exterior ruso (SVR). La dupla se había integrado en la vida suburbana de Liubliana, Eslovenia, durante años bajo la fachada de ser expatriados argentinos con negocios en línea.

espias

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Diputada de Carrió admitió contactos con el espía Zanchetta

BANER MTV 1

Sin embargo, su historia eran mentira, según testimonios y documentos revelados por el medio estadounidense The Wall Street Journal, y fueron detenidos por las autoridades eslovenas en diciembre de 2022. En esa línea, fueron acusados de espionaje como “ilegales” o agentes de penetración profunda, dos piezas cruciales en la actividad en la sombra de Vladimir Putin contra Occidente. Incluso sus hijos, de 8 y 11 años que permanecen bajo custodia estatal, habían sido advertidos por sus padres de que podían ser capturados algún día, según documentos judiciales.

La detención se produjo después de que la Agencia de Seguridad e Inteligencia de Eslovenia (SOVA) recibiera información de una agencia aliada. “Trabajamos juntos en el mayor secreto”, afirmó Vojko Volk, secretario de Estado esloveno de Asuntos Internacionales y Seguridad Nacional e Internacional, lo que permitió a las autoridades rastrear sus movimientos y comunicaciones.

Por su parte, Janez Stusek, exjefe de SOVA indicó que "eran ilegales de larga duración". "Tenían una misión a largo plazo tratando de infiltrarse en Eslovenia como punto de entrada a Europa”, añadió.

espias

Según trascendió, las operaciones de la pareja incluían espionaje en la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), un organismo de la Unión Europea en Liubliana que adquirió relevancia tras la invasión de Ucrania. “Sabemos que eran agentes importantes y serios. Es como la serie Los americanos, excepto que en Eslovenia”, afirmó Volk.

En caso de ser hallados culpables, podrían ser intercambiados ​por prisioneros estadounidenses como Paul Whelan y Evan Gershkovich, según informaron funcionarios al WSJ. Por su parte, el Kremlin ya expresó interés en recuperarlos, siendo que el pasado diciembre Putin afirmó en una conferencia de prensa que está dispuesto a escuchar una oferta de la Casa Blanca, aunque sin aludir a Gisch o Mayer Muños.

La doble vida de los espías rusos

Espías rusos detenidos en Eslovenia
Anna Valerevna Dultseva, la supuesta espía que vivió en Argentina.

Los espías habían construido una doble vida en Argentina a partir de 2012, antes de mudarse a Eslovenia en 2017 como una familia con dos hijos pequeños. La investigación conjunta de inteligencia reveló documentos falsificados y la usurpación de identidad, incluidos certificados de nacimiento y matrimonio fraudulentos.

En Argentina, Artem Dultsev y Anna Dultseva llegaron procedentes de Uruguay y México respectivamente, obteniendo documentos falsos para adquirir la nacionalidad argentina. En el país, la pareja se casó, a pesar de que aparentemente ya lo habían hecho en Rusia, y tuvo a sus dos hijos.

Cumbre por la paz de Ucrania: llamado a negociar con Rusia y los países que no firmaron la declaración

Durante su estancia, la familia vivía en el barrio porteño de Belgrano y mantenía un perfil bajo. “Eran muy educados, respetuosos”, dijo al WSJ el dueño de un almacén donde la pareja compraba jamón crudo y queso. “Siempre pagaban en efectivo”, añadió.

Las autoridades argentinas colaboraron con Eslovenia e Interpolpara revelar la verdadera identidad de Mayer Muños y Gisch, comparando huellas digitales que coincidieron con los registros de los ilegales rusos.

Evan Gershkovich
La vivienda de los espías rusos en Eslovenia.

En tanto, la familia se trasladó a Eslovenia en 2017. Al igual que en Buenos Aires, en su nuevo suburbio de Liubliana la pareja también vivía una vida aparentemente normal, pagando impuestos y enviando a sus hijos a la British International School. Majda Kvas, una vecina de 93 años, señaló al WSJ: “Eran muy reservados, ni siquiera saludaban”.

En su nuevo hogar, la pareja guardaba cientos de miles de euros en un compartimento secreto de su heladera. Además, los registros bancarios mostraron transacciones sospechosas y un flujo de efectivo destinado a mantener su fachada. Sumado a esto, fundaron una galería de arte en línea y una compañía informática, mientras se dedicaban al espionaje encubierto.

Al respecto, la investigación de las autoridades mostró que en realidad eran oficiales del SVR y utilizaban su residencia en Eslovenia para realizar operaciones por toda Europa, viajando a Italia y Croacia, entre otros países, comunicándose con Moscú. En esa línea, las computadoras de la dupla contenían un hardware para comunicarse de forma segura con los responsables de Rusia que estaba tan encriptado que ni los técnicos eslovenos ni los estadounidenses pudieron descifrarlo.

mb / ds