Rutte, como Stoltenberg, no es un especialista en Defensa, pero el holandés es uno de los veteranos de la política europea, conoce personalmente a todos los dirigentes de los últimos 15
años y tiene la confianza de Washington, esencial porque otros candidatos informales, como la danesa Mette Frederiksen, no contaron con el visto bueno de la Casa Blanca.