Jorge Castro sostuvo que Estados Unidos se debilitó bajo el mandato de Joe Biden, y que su derrota electoral es inevitable tras el atentado fallido a Trump. “La reaparición en gran
escala de una nueva presidencia de Donald Trump va a implicar el fortalecimiento político de los Estados Unidos”, analizó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1). La centralidad de Estados Unidos en el desarrollo de la inteligencia artificial y la disputa geopolítica.
Jorge Castro es analista político internacional, columnista del suplemento económico del diario Clarín y lo fue de Perfil. Fue secretario de Planeamiento Estratégico de la Presidencia de la Nación a fines de los 90, docente en las universidades de Buenos Aires, del Salvador y de FLACSO, entre otras.
Este sábado, durante su acto de campaña, el candidato a presidente, Donald Trump, fue víctima de un intento de asesinato perpetrado por un joven de 20 años, que fue abatido minutos después de atentar contra el ex mandatario.
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El especialista analiza el impacto del ataque en la previa de las elecciones estadounidenses.
Ayer hablábamos con Ernesto Calvo, un especialista en Maryland, y nos decía que el ataque que sufrió Donald Trump lo beneficiará mucho electoralmente, como sucedió con Bolsonaro. ¿Tenés también esa visión?
Desde el último sábado, 13 de julio, en Estados Unidos y en el mundo, se nota una virtual certidumbre del triunfo electoral del ex presidente Donald Trump en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.
Las razones de esta certidumbre son las siguientes. Donald Trump sufrió, el sábado 13 de julio, un ataque que puso en juego su vida y del cual se salvó milagrosamente. Al mismo tiempo, esto está fusionado en la imagen de la opinión pública con una respuesta del presidente Donald Trump de carácter instantáneo en el mismo momento en que se producía este ataque, fallido por milímetros. La respuesta de Donald Trump fue la de presentarse con una actitud desafiante, el rostro cubierto de sangre y reclamando a su base partidaria una convocatoria, que hizo en ese momento mismo, a continuar la lucha a través de tres reclamos fundamentales llamando a combatir, a luchar y a luchar.
Esta imagen, transformada en un verdadero ícono de la historia norteamericana, se transmitió a todos Estados Unidos y también al mundo entero. El resultado es que se puede considerar que, a partir de este momento, la candidatura presidencial de Donald Trump es ya imbatible en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre.
"La respuesta de Donald Trump fue la de presentarse con una actitud desafiante."
También reflexionamos sobre que un eventual, ahora seguro, triunfo de Trump no iba a tener posibilidades de que el Tesoro norteamericano diera un crédito, como fue el del FMI con Macri, por la relación de Trump con Milei. ¿Cómo afecta o beneficia el triunfo de Trump al Gobierno argentino en su necesidad de conseguir dólares?
La política exterior del presidente Javier Milei es de una extraordinaria nitidez y simpleza. Tiene dos trazos fundamentales. El primero es la alianza estratégica con Estados Unidos. El segundo es el respaldo completo, pleno y sin condiciones al Estado de Israel en su lucha contra la organización terrorista Hamas.
Estos dos trazos fundamentales se vieron ratificados por la respuesta favorable de Estados Unidos a la Argentina del Gobierno de Javier Milei cuando se hizo presente en Buenos Aires el Secretario de Estado, Antony Blinken. Se trató de la primera visita de un Secretario de Estado norteamericano en más de 20 años a la Argentina.
Al mismo tiempo, en esa misma semana en que estuvo Blinken en la Casa Rosada, el presidente Javier Milei volvió a viajar a Estados Unidos para hablar en la conferencia de los conservadores norteamericanos. Y en esta conferencia se entrevistó con Donald Trump, al que dio su respaldo público, diciendo que esperaba que triunfara en las próximas elecciones presidenciales del 5 de noviembre. En otros términos, la vigencia de la Argentina frente a Estados Unidos en el momento actual es verdaderamente extraordinaria y, por lo tanto, hay que colocar todas las posibilidades de ayuda de Estados Unidos a la Argentina en este contexto que hablábamos recién de un triunfo electoral, incluso abrumador, de Donald Trump el próximo 5 de noviembre.
¿Hay algún punto de comparación en la posibilidad de esas relaciones carnales en la época de Di Tella como canciller y Menem como presidente?
Hay un doble punto de comparación. Por un lado, Estados Unidos ha vuelto a ser el centro del poder mundial, esta vez ocasionado no por el fin de la Guerra Fría y la caída de la Unión Soviética, como sucedió en la década del 90, sino por la explosión de la inteligencia artificial originada en los Estados Unidos y que tiene allí su principal fuente de creación y de expansión. Por lo tanto, lo que hay que tomar en cuenta ahora es que Estados Unidos y la relación con Estados Unidos ha vuelto a ser absolutamente central para la Argentina, como lo fue en la década del 90.
Con el agregado de que ahora, en este momento, en la Argentina está presente una política exterior, como es la de Javier Milei, que tiene como prioridad esencial dos trazos fundamentales, muy reducidos y muy nítidos, que son la alianza con Estados Unidos y el respaldo pleno al Estado de Israel.
En cuanto a nuestro primer socio comercial, Brasil. ¿Qué significa que Itamaraty haya llamado a consultas a su embajador en Buenos Aires?
Lo primero que hay que advertir, como lo ha dicho ayer mismo la Cancillería Brasileña, Itamaraty, es que esto no implica una protesta o una ruptura de las relaciones entre los dos países. Nada de eso.
El embajador Bitelli ha sido llamado por el Gobierno brasileño para tener una serie de entrevistas esta semana y luego vuelve a la Argentina. El próximo fin de semana va a estar acá en la Argentina, encabezado por el presidente Lula y el canciller brasileño Mauro Vieira, para dar toda la información sobre el estado real de las relaciones entre los dos países, en donde lo que hay es una contienda de personalidades y de políticas entre los dos mandatarios, Lula de Brasil y Javier Milei de la Argentina. Pero que esto no implica en modo alguno poner en riesgo la relación bilateral, que es la principal relación de Brasil en el exterior, lo ha vuelto a ratificar la Cancillería Brasileña.
Así como también las cosas que ha hecho la Canciller Mondino en forma repetida, Brasil es la principal relación que tiene la Argentina en América del Sur y por lo tanto no hay posibilidad alguna de una ruptura o de retiro de los embajadores, sobre todo después de que en la última participación que tuvo Milei en la conferencia de conservadores brasileños que se realizó en el estado de Santa Catarina, tuvo una actitud absolutamente razonable y considerada en el sentido de no hacer ninguna referencia personal al presidente Lula, y tampoco hacer ninguna referencia a la relación bilateral entre Brasil y la Argentina. Fue exclusivamente una declaración de carácter ideológico enfrentada al socialismo, que es una de las premisas de la acción política internacional de Milei, y a defender los logros del Gobierno argentino en los últimos seis meses.
El punto a subrayar es que acá no hay ni protesta del Gobierno brasileño, ni retiro del embajador brasileño, ni tampoco en modo alguno ruptura de las relaciones, lo que hay es una crisis surgida del enfrentamiento entre los dos presidentes que no afecta la relación bilateral, que para los dos países es absolutamente central.
Nunca se vendió ni se gastó tanto en armamento como el último año, nunca, en los últimos años, hubo tantos conflictos simultáneos, como Ucrania y Gaza. ¿Existe la posibilidad de un incremento de las hostilidades militares y que desemboquen, en alguna forma adaptada al siglo 21, en una especie de tercera guerra mundial?
La respuesta a tu pregunta, que es absolutamente central, es negativa. No hay tal posibilidad de guerra mundial. Lo que hay, como hecho central del sistema internacional de los últimos cuatro años, es un extraordinario debilitamiento geopolítico de los Estados Unidos, con características de vacío de poder en Washington, ocasionado por la virtual desaparición de la autoridad política del presidente Joe Biden.
Esta situación de debilidad fundamental en el terreno político estratégico de Estados Unidos, que se contrapone con el florecimiento fenomenal de su economía, es lo que ha ocasionado y ha sido la causa fundamental del estallido de la guerra de Ucrania y también del hecho de que Hamas se atreviera a hacer este ataque, esta verdadera carnicería, que realizó en el territorio de Israel contra su población civil.
En otros términos, la reaparición en gran escala de una nueva presidencia de Donald Trump va a implicar, ante todo, el refortalecimiento político de los Estados Unidos en contraposición al vacío político que ha experimentado en los últimos cuatro años. Y esto va a ser uno de los elementos fundamentales que va a poner término a la guerra de Ucrania y también va a terminar con el esfuerzo extraordinario que está realizando el Estado de Israel para lograr destruir los restos de las cuatro brigadas que quedan de la organización Hamas en la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja.
