En cambio, Espinoza sostuvo en su defensa “las testimoniales prestadas por las coordinadoras de la secretaría privada”, de las que se desprende que la acusadora “concurrió a la municipalidad 10 o
15 días; que a los pocos días comenzó a tener ‘actitudes extrañas, todo lo que llegaba a mi escritorio, ella me lo abría’; que le preguntaba si podía tener acceso a los gastos del municipio; que llamativamente en todo momento tenía encima suyo la cartera”, en alusión a un supuesto espionaje.