Sobre el hecho puntual, se desmarcó e indicó que se trató de algo que comenzó espontáneamente desde el público. "Antes de la bendición final, fui sorprendido por una señora que empezó
a cantar 'la Patria no se vende', muchos de los presentes en el templo continuaron el canto por un minuto. Interrumpí, hice la oración y di la bendición y el saludo final", se justificó