La euforia de Javier Milei y el mensaje que Victoria Villarruel nunca recibió

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Un minuto antes, en el despacho de Lisandro Catalán, donde el jefe de Gabinete había seguido la sesión por la Ley Bases con el teléfono atado a la mano, se había

gritado con la fuerza que despiertan los finales inesperados cuando, por un segundo, la votación dio a favor del oficialismo por 37 votos a 35 por el error de Natalia Gadano. El festejo posterior, con el voto de desempate de Victoria Villarruel, fue menos efusivo. “Vamos, ganamos”, decían los ocho funcionarios reunidos en la oficina de la planta baja del vicejefe de Gabinete. Alguien sugirió que había que abrir un whisky para brindar. Cristina, la esposa de Francos, no muy afecta a la política y a las largas tertulias, veía la escena con ojos incrédulos. Los abrazos de pronto también eran para ella, sobre todo para ella: había ido a la Casa Rosada a festejar por partida doble su cumpleaños y el aniversario número 15 del matrimonio con el hombre al que ahora todos llamaban.