Como en su anterior visita, hubo feministas semidesnudas que chocaron sus cuerpos contra las fuerzas policiales, argentinos residentes en España que desplegaron su descontento con la presencia del Presidente, y hasta
un hombre disfrazado de Conan, el perro insignia del libertario, y un cono gigante de papas fritas, comida a la que le tiene fobia.