Durante los cuatro años del último gobierno kirchnerista, militantes de Juan Grabois se encargaron de manejar esa caja que, según admitió el propio líder piquetero, "es bastante más chiquita que la
que vamos a usar cuando hagamos la revolución de las 3 T (tierra, techo y trabajo)”. Después, el autopercibido confidente del Papa Francisco se despegó del accionar del FISU repitiendo: "Nunca fui funcionario".