En 1891, se promulgó la Ley N° 2786, posteriormente conocida como la "Ley Sarmiento", en honor a uno de sus impulsores. Esta norma, pionera en su tiempo, representó el primer esfuerzo
por establecer disposiciones legales que sancionan los actos punibles relacionados con el maltrato hacia los animales. Asimismo, solicitó la intervención del Estado Nacional para la creación de veterinarios públicos y gratuitos, marcando así un hito en el reconocimiento de la importancia del bienestar animal.