Los accionistas brasileños que poseen la firma que fue, desde su nacimiento hace casi un siglo hasta 2005 de Amalita Fortabat, jugaron con la posibilidad de venderla a otra brasileña, la
Compañía Siderúrgica Nacional, la principal siderúrgica de Brasil, que figura entre las más grandes de América Latina. Y hasta les dieron tiempo para decidirse hasta el próximo viernes 12.