La selección de Venezuela reafirma en esta Copa América de Estados Unidos la constante evolución de un equipo que hace algunos años era el peor conjunto nacional de Latinoamérica, y ahora
no solo gana, sino que sueña.
La Vinotinto vive los mejores momentos de su historia futbolística: ya se aseguró el pase a cuartos de final por quinta vez en las últimas siete ediciones. Además, existe una gran probabilidad de ser líder de su grupo con 9 puntos, todo un hito para una selección que ganó un solo encuentro entre las Copas América de 1967 y 2004.
El buen pasar venezolano no se dio por arte de magia sino por la madurez que consiguió el seleccionado tras décadas de trabajo incesante en el fútbol, un deporte que en Venezuela está en tercer orden por detrás del béisbol y del básquetbol.
El primer fuego lo inició el equipo comandado por Richard Páez cuando, en el segundo semestre de 2001, ganó cuatro partidos al hilo a Uruguay, Chile, Perú y Paraguay en las Eliminatorias para el Mundial de Corea y Japón 2002. Un hecho realmente llamativo para una selección que solo había ganado en tres ocasiones durante 34 años y que masificó el fútbol en la población que le empezaba a exigir otra actitud y rendimiento en sus presentaciones.
Seis años después, Venezuela organizó la Copa América con la presencia de futbolistas de élite como Juan Román Riquelme, el brasileño Robinho, el uruguayo Forlán o un joven Lionel Messi. Esa organización motivó una ampliación de la cantidad de participantes en la Primera División, que pasó de 10 a 18 equipos, para sacar provecho de la infraestructura que había dejado el torneo continental, algo que le dio un marco formativo a la técnica, la irreverencia y el talento en bruto gestado en las calles venezolanas.
En 2009, bajo las órdenes de César Farías, la selección de Venezuela participó por primera vez en un torneo internacional organizado por la FIFA. Con jóvenes figuras como Salomón Rondón, la ‘Vinotinto’ disputó la Copa del Mundo sub 20. Dos años después, el propio Farías comandó a la selección venezolana en la Copa América 2011, disputada en Argentina, con algunos de los estandartes de aquel plantel que disputó el Mundial juvenil en 2009. El resultado fue toda una sorpresa para el continente: cuarto puesto en el certamen continental saliendo segundo en el Grupo B atrás de Brasil, dejando afuera a Chile en cuartos y cayendo con Paraguay en semifinales y con Perú en el partido por el tercer lugar.
Pero, sin dudas, el gran revolucionario en la estructura de las selecciones de Venezuela fue Rafael Dudamel, jugador de aquel equipo que ganó cuatro partidos seguidos en 2001, que asumió en 2012 como entrenador de la Sub 17 y luego, con la Sub 20, con Wuilker Faríñez, Ronald Hernández, Yangel Herrera y Yeferson Soteldo, obtuvo el subcampeonato del mundo en 2017.
En la actualidad, con el Bocha Batista como entrenador y la ampliación a seis cupos mundialistas, los venezolanos se ilusionan con llegar por primera vez a un Mundial. Está en el cuarto puesto con 9 unidades: ganó dos partidos, perdió en el debut ante Colombia y empató tres encuentros, de los cuales se destaca el histórico 1-1 contra Brasil en Cuiabá.
