Dos días después del crimen de Daniel Barrientos (55) -el chofer asesinado en Virrey del Pino- detuvieron a una persona por un delito conexo al intento de robo y homicidio del colectivero.
En este caso, según fuentes de la investigación, la acusación es sobre el robo del vehículo, que ocurrió el 25 de marzo pasado. Al detenido no se lo vincula con el asalto y el crimen del chofer de colectivo, pero se llegó a él siguiendo el rastro del vehículo que, tras el crimen, fue incendiado.
Se trata de Antonio Fernando González, de 23 años, apodado como "Pancho". El arresto se produjo este miércoles en su casa de Ciudad Evita, donde secuestraron un revólver calibre .32 que también había sido robado el 21 de mayo de 2015 en Esteban Echeverría, siete municiones y dos handies.
El auto, un Fiat Siena patente AA-185-NL, fue encontrado el mismo lunes del asesinato en la zona donde detuvieron al primer sospechoso, Alex Gabriel Barone (19): había sido quemado y abandonado.
La secuencia del asalto en el que mataron al chofer de la línea 620 incluye un auto que cruzó al micro (el Fiat Siena) -aunque testigos relativizan esa versión y lo sitúan como un vehículo de fuga-, dos ladrones que suben a robar y un asesinato a sangre fría.
Luego, un tiroteo con un policía de civil y una huida registrada por una cámara de seguridad. Todo en el mismo episodio que terminó en la muerte de Barrientos y derivó en la golpiza que una turba que protestaba un día después le propinó al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
El arresto y el hallazgo del coche Fiat ocurrieron en las calles Guanabara y Fortín Yunca, en barrio Esperanza de Virrey del Pino, a unos cinco kilómetros del lugar del crimen.
En total fueron siete los allanamientos ordenados por la jueza Karina Andrijadevich con la instrucción del fiscal Gastón Duprat. Varios en domicilios de sospechosos de integrar la misma banda y de familiares.
En uno de ellos se incautó un celular de una mujer que habría recibido transferencias de Mercado Pago, pudiendo tener relación con los involucrados. Y en otro también se encontró un teléfono que facilitaba su cuenta de una plataforma de compra y venta online a los sospechosos. Los móviles serán sometidos a pericias.
El crimen del colectivero: dos detenidos
Según consta en el expediente judicial, a Daniel Barrientos lo mataron este lunes a las 4.30 de la madrugada. Fueron dos las personas que ingresaron al colectivo de la línea 620 en Bernardino Escribano y Cullen, del barrio Vernazza, de La Matanza.
Hasta el momento son dos los detenidos, el mencionado Alex Gabriel Barone (19) y luego quien sería un familiar de éste, identificado como Gabriel Alejandro Barone (25).
Los ladrones se movilizaban en un auto, lograron hacer detener al colectivo, se subieron y amenazaron a todos con armas con intenciones de robo.
Entre los pocos pasajeros que había en el horario del asalto y crimen estaban Yamila, una joven que iba con su nena de 8 años sentadas en el primer asiento, y un policía de la Ciudad que iba vestido de civil.
Según los investigadores, mientras uno apuntaba contra la mujer para robarle la mochila, el otro atacaba al chofer Barrientos, que seguía al volante.
Mientras bajaban, siempre según el expediente, el policía se identificó y empezó un tiroteo. El oficial disparó a los ladrones con medio cuerpo afuera de la unidad, mientras estos ya escapaban corriendo, presuntamente hacia el auto que los esperaba más adelante.
Una cámara de seguridad doméstica registró el ruido de los disparos.
En esa misma imagen, segundos después, se ve a los dos asaltantes pasar corriendo por la vereda. Uno de ellos llevaba la mochila rosa que le había robado a una pasajera. Luego se pierden en la esquina. Se supone que en ese momento volvieron a subir al auto en el que llegaron.
En el lugar del hecho encontraron una vaina en el panel al lado del chofer y un plomo deformado.
También había otras nueve vainas 9 milímetros en el suelo del colectivo y seis vainas más abajo, sobre el asfalto.
El oficial del Departamento Operaciones Urbanas de Contención (DUOC), sede Barracas, de la Policía de la Ciudad, que volvía a su casa de La Matanza, fue el principal testigo de la secuencia.
Según su relato, esperó a que los ladrones bajaran del colectivo para identificarse. Presuntamente lo habría hecho por protocolo policial, para no poner en riesgo a terceros. Cuando los delincuentes le dispararon sorpresivamente al chofer y bajaron del colectivo, ya era demasiado tarde.
A las pocas horas encontraron el Fiat Siena quemado, identificado por los testigos como el utilizado por los delincuentes para escapar.
DS
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