Desde el inicio del juicio, la familia Cohn pretendía que "se rompa el pacto de silencio" que, según denunciaban, les permitiría saber lo que pasó: "Los médicos que le propiciaron todo
ese daño a mi hermano estaban todos sentados detrás de un muro de abogados. Ninguno declaró, mantuvieron el pacto de silencio, junto con los funcionarios del hospital. Era desesperante, a nosotros nos hacían preguntas, nos interrogaban, y los que fueron los culpables, los imputados, no hablaban. Nos preguntaban a nosotros y ellos estaban callando".